Heroína de la llanura Ryongnim

El fruto depende del esfuerzo. Derrame el sudor por esta tierra, base de nuestra vida y riqueza preciosa del país que legar a las generaciones venideras.”

Así suele hablar Choe Chun Sil, diputada a la Asamblea Popular Suprema, heroína del Trabajo y jefa de brigada No. 4 de la granja Ryongnim, distrito Mundok de la provincia de Phyong-an del Sur.

Hace más de 40 años, ella y sus compañeros graduados de la escuela secundaria, sin saber qué es la faena agrícola, solicitaron ir a la granja Ryongnim y formaron una cuadrilla juvenil.

En el proceso de derramar el sudor y fervor juvenil para obtener rica cosecha, Chun Sil se hizo pronto jefa de cuadrilla.

Para convertir en terreno fértil a todas las tierras en ocio, removió hierbas y piedras y transportó estiércol y tierras hasta en los días feriados y festivos. A veces, tuvo que mitigar el hambre con bola de arroz en toda la noche y roturó lodazales hasta amanecer con tea encendida. El año siguiente, su cuadrilla obtuvo más cosecha de lo que imaginaba, lo cual asombró a la gente.

Recibiendo ramos de flores, la muchacha se decidió a vivir como genuina dueña de llanura ganada al mar, una heroína campesina.

Tras nombrada como jefa de brigada, ella siempre se preocupó por las faenas agrícolas y se esforzó por atender primero a sus brigadistas como hermana y madre consanguínea, antes que a sus familiares.

Nuestra jefa Chun Sil es verdadera campesina que siembra la sinceridad en la tierra sin faltar a su juramento” – expresó Han Chang Bok, granjera que trabajó con ella durante largo tiempo.

A Chun Sil, que logró unir la brigada como una familia y recoge cada año rica cosecha introduciendo adelantados métodos de cultivo de arroz, la gente la respeta y sigue como auténtica campesina, mujer extraordinaria que vive para otros.

Su brigada dona cada año mucha cantidad de cereales de sobra y el año pasado ofreció al país 150 toneladas de cereales.

Es patriota laboral socialista que vive con el único celo de sostener el país mediante la producción de cereales y hoy también recorre sin cesar las parcelas de arrozales dorados.