Manifestación del 10 de Junio patentiza el espíritu patriótico.

Hace ahora 97 años, el pueblo coreano realizó la Manifestación del 10 de Junio en protesta a la bárbara dominación colonial del imperialismo japonés.

La manifestación, estallada el 10 de junio de 1926 (Juche 15) con motivo de la defunción del último emperador de la dinastía feudal de Joson (Corea), Sunjong, y sus funerales, significó la explosión de indignación acumulada del pueblo coreano por los imperialistas japoneses que ocuparon ilegalmente a Corea con fuerzas armadas.

Igualmente, constituyó la lucha masiva patriótica y antijaponesa para recuperar la patria y la soberanía nacional.

En esta lucha, iniciada en Kyongsong y extendida a Inchon, Taegu y otras regiones, participaron los habitantes de distintos sectores que amaban el país y apreciaban la dignidad y soberanía de la nación.

Los manifestantes gritaron las consignas como “¡Viva la independencia de Corea!“, “¡Fuera, el ejército japonés!“, y “¡Que se unan los independentistas coreanos!“.

Perplejos ante el creciente ímpetu de lucha del pueblo coreano, los imperialistas japoneses comenzaron a reprimir a bayonetas la manifestación que se ampliaba.

La represión salvaje dejó conocer que los imperialistas japoneses son bandidos y colonialistas que violan con la bayoneta hasta el elemental derecho político del pueblo coreano.

A través del alzamiento, el pueblo coreano demostró al interior y exterior del país su espíritu patriótico y voluntad indoblegable de no tolerar la ocupación japonesa del territorio coreano.

Además, reveló el carácter fraudulento de la “dominación cultural” del imperialismo japonés, propinando un golpe duro a su régimen colonial.