Poder en aras del pueblo.

El gran Líder Kim Il Sung, en su histórico discurso Consolidemos el Poder popular pronunciado el 15 de diciembre de 1977 en la primera sesión de la VI Legislatura de la Asamblea Popular Suprema, esclareció todas las tareas y vías del Poder popular para cumplir con su deber como servidor al pueblo.

Servir lealmente a las masas del pueblo trabajador es la honrosa misión del Poder popular y este debe tomar por su misión principal defender y proteger los intereses de aquellas, agregó el mandatario y sugirió que los funcionarios de los órganos del Poder popular debieran ser servidores del pueblo.

Para cumplir con su misión como servidor fiel al pueblo, señaló, el Poder popular debe realizar de modo más pleno la democracia socialista en todos los dominios de las actividades estatales.

El Líder evidenció con argumento científico e irrefutable que la democracia que el Poder popular debe aplicar en sus actividades es la de carácter socialista según la cual el Estado elabora la política de acuerdo con la voluntad de las masas populares, la lleva a cabo conforme a sus intereses, y les asegura sustancialmente la auténtica libertad y derechos y la vida dichosa.

Además, resolvió por completo los problemas teóricos y prácticos que se presentaran en practicar de modo satisfactorio la democracia socialista, entre otros, el de hacerles a las masas populares trabajadoras participar activamente en la labor del Poder popular, el de elevar sin cesar el papel de ellas en la vida estatal y política y el de impulsar exitosamente la construcción económica y cultural socialista.

Al publicarse la obra del Líder de consolidar el Poder popular, todos los organismos del Estado y Poder llegaron a tener una guía programática para cumplir con sus deberes como genuinas unidades a favor del pueblo y los ciudadanos de la RPDC pudieron desempeñar de modo más excelente su papel como dueño del Estado y la sociedad.