En septiembre pasado tuvo lugar la XVIII Competencia Nacional de Sirum (lucha coreana) por el Premio Gran Toro en el islote Rungna de la ciudad de Pyongyang con motivo de Chusok (15 de agosto del calendario lunar), fiesta folclórica coreana.
En la lid efectuada por la categoría libre y de peso, con la participación de los atletas seleccionados en cada provincia (inclusive ciudad de jurisdicción central), ocupó el primer lugar Song Chol Min de la ciudad de Pyongyang.
Él había logrado el triunfo también en la XVI edición.
Desafortunadamente en el año pasado ocupó el segundo lugar al ser vencido por el rival de la provincia Kangwon que tenía casi 30 kilogramos de peso menos que él.
El resultado que puso al revés la previsión de los espectadores le dio a entender que la victoria o la derrota de la lucha no se decidía por el peso y la fuerza. Pero el hecho provocó mucha angustia a Chol Min hasta que tuviera la idea de abandonar dicha disciplina.
Pero sus amigos y vecinos le inspiraron el ánimo para que bregara por el triunfo.
Al sacar lecciones de la derrota del año anterior, se esforzó en busca de métodos típicos de la lucha coreana, que tiene larga tradición y se esforzó mucho para aplicarlos en la práctica.
A pesar de la lesión que sufrió, aumentó la persistencia y la fuerza y elevó el nivel técnico de modo irreconocible y su capacidad se manifestó sin reservas en las pruebas por grupos de la competencia del año presente. Al ocupar el primer lugar en el cuarto grupo se incluyó en cuartos de final y luego pasó a la semifinal donde venció al rival de la provincia de Hwanghae del Norte con la nota de 2:0 y se enfrentó en la final con el jugador que lo había vencido el año pasado.
La competencia de los finalistas que antes se competieron varias veces por el Premio acaparó la atención de muchos espectadores.
En la primera ronda venció Song Chol Min y en la segunda ganó el jugador de la provincia de Kangwon.
En la última ronda, el luchador de la ciudad de Pyongyang tumbó al rival que atacaba con engaño adiestrado y zancadilla, así que se hizo por fin decimoctavo triunfante del torneo.
–La lucha coreana es símbolo de nuestra cultura. Tengo a honra heredar esta cultura nacional. En adelante seguiré participando en la Competencia-afirmó Song Chol Min luego de terminar la final.