En el trayecto de avance para alcanzar nueva victoria siguiendo la ruta del socialismo al estilo coreano guiado por el PTC, el pueblo coreano festeja solemnemente el Día de la Estrella Luz, fiesta más jubilosa de la nación, con elevado entusiasmo político y orgullosos éxitos de trabajo.
Recordando con reverencia la noble vida del Dirigente Kim Jong Il, que brilla en la trayectoria de la revolución del Juche, y sus imperecederas hazañas revolucionarias acumuladas por la patria, el pueblo, la época y la historia, los habitantes de todo el país y los oficiales y soldados del Ejército Popular le rinden tributo y gloria eterna con motivo de la fiesta significativa de febrero.
El acto central por el octogésimo aniversario de nacimiento del Dirigente Kim Jong Il tuvo lugar el día 15 ante su estatua de bronce erigida en la ciudad de Samjiyon, lugar sagrado de la revolución donde se ve el perfil imponente del monte Paektu.
Nacido como Estrella Luz del Paektu, el Dirigente realizó en toda su vida la marcha forzada de visitas de orientación en el terreno por la patria y el pueblo y sentó así la piedra angular de la RPDC en prosperidad.
La ciudad de Samjiyon estuvo invadida por la fuerte veneración al líder antecesor y el júbilo y alegría de los participantes en el acto por acoger con solemnidad la máxima fiesta nacional en la tierra transformada como poblado ideal del pueblo.
Asistió a la ocasión el compañero Kim Jong Un, Secretario General del PTC y Presidente de Asuntos Estatales de la RPDC.
Cuando salió a la sede de acto, todos los participantes acogieron con estruendosas vivas al que situó en el plano cimero el poderío nacional y la posición de la Corea socialista, herencia patriótica más grande del Dirigente, mediante su incansable guía sobre la revolución y va cumpliendo la causa del líder antecesor para la construcción de una patria próspera.
Antes de inicio del acto, tuvo lugar la ceremonia de homenaje ante la estatua de bronce del Dirigente Kim Jong Il.
Quedó depositado el cesto floral a nombre del estimado compañero Kim Jong Un.
Se colocaron los otros a título del Comité Central del PTC, el Comité de Asuntos Estatales, el Presidium de la Asamblea Popular Suprema y el Consejo de Ministros de la RPDC.
Junto con los cuadros del partido y el gobierno, el Secretario General del PTC rindió tributo ante la estatua de bronce del Dirigente Kim Jong Il, eterno Sol del Juche, imagen majestuosa de la Corea socialista y gran sabio virtuoso de la revolución.
Estuvieron presentes en el acto central Choe Ryong Hae, miembro del Presidium del Buró Político del CC del PTC, primer vicepresidente del Comité de Asuntos Estatales y presidente del Presidium de la APS de la RPDC, Jo Yong Won, miembro del Presidium del Buró Político y secretario de Organización del CC del PTC, y Kim Tok Hun, miembro del Presidium del Buró Político del CC del PTC, vicepresidente del Comité de Asuntos Estatales y primer ministro de la RPDC.
Se encontraban igualmente Ri Il Hwan, Kim Jae Ryong, Kim Yong Chol, Jong Kyong Thaek, Kim Yo Jong, O Il Jong, Ho Chol Man, Pak Thae Dok, Kim Hyong Sik, Pak Myong Sun, Ri Chol Man, Kim Song Nam, Jon Hyon Chol, Yang Sung Ho, Ri Son Gwon, Ri Thae Sop, U Sang Chol y otros cuadros del partido y el gobierno, los directivos de ministerios y órganos centrales, así como los funcionarios y trabajadores de la provincia de Ryanggang y la ciudad de Samjiyon y los comandantes e integrantes de la División de Construcción 216.
Participaron además Ri Yong Gil y otros altos mandos de las instituciones de fuerzas armadas y los oficiales y soldados del Ejército Popular de Corea y de las fuerzas de seguridad pública.
Ri Il Hwan, miembro del BP y secretario del CC del PTC, presentó el informe titulado “Llevemos a feliz término la causa del gran camarada Kim Jong Il con el espíritu revolucionario del Paektu“.
En el trayecto de la marcha histórica por el desarrollo integral de la construcción socialista a nuestro estilo, los habitantes de todo el país festejan la fiesta más jubilosa de la nación, dijo el orador y prosiguió que al acoger la era más gloriosa en la historia nacional de 5 milenios, forjada levantando en alto como bandera roja de la revolución el nombre imperecedero del Dirigente y tomando sus herencias revolucionarias como plataforma de salto, ellos constatan con emoción la gran importancia que reviste el mes de febrero en Corea.
Al referirse a la noble vida revolucionaria del gran hombre sin par, iniciada desde su nacimiento y crecimiento inusitados, y sus imperecederas proezas registradas en la historia de la revolución coreana, apuntó que él inculcó en el pueblo coreano el espíritu de autoestima y preparó el recurso más valioso para la construcción de una potencia.
Es invencible la causa que cuenta con la idea y herencias grandes, afirmó y agregó que todos los militantes del partido, habitantes y los oficiales y soldados del EPC deberán apoyar con ferviente fidelidad y prácticas revolucionarias la guía del CC del Partido encabezado por el estimado compañero Kim Jong Un, de manera que la Corea socialista, producto de ingentes esfuerzos y abnegación de toda la vida del Dirigente, se convierta en la potencia desarrollada, civilizada y próspera que fuera envidiada por todo el mundo.
Al recordar con gran orgullo los días conmovedores en que vinieron acatando la idea y causa del Dirigente, los participantes redoblaron la convicción de que gracias a la orientación extraordinaria del CC del Partido, se cumplirá sin falta el deseo patriótico del Dirigente de convertir el país en una potencia.
El acto central transcurrió en un clima rebosante de la voluntad y afán de los participantes por llevar a feliz término la causa revolucionaria del Juche, iniciada en el Paektu, levantar en la tierra patria un paraíso del pueblo que prospere con fuerzas propias y coronar con victorias y glorias la nueva centuria de la revolución coreana, unidos compactamente en torno al Secretario General.