El Presidente Kim Il Sung creó la idea Juche de que las masas populares son artífices de la revolución y su construcción y poseen la fuerza capaz de impulsarlas.
Esta doctrina se dio a la luz en reflejo de la demanda práctica de la revolución coreana.
Con el gran propósito de liberar al país desde la ocupación militar del imperialismo japonés (1905-1945), emprendió el camino de la revolución con 10 años. En la década de 1920, en Corea había numerosos personajes que libraban un movimiento de la liberación nacional aun no recurriendo a educar y organizar a las masas populares para movilizarlas en la lucha revolucionaria, sino a recoger de ellas suscripciones y fondos militares. También vociferando que no había ningún ortodoxo ni marxista que ellos mismos, se empeñaban en recibir la aprobación de la Internacional e incluso trataban de lograr la libertad nacional con la ayuda de otros países. Debido a las riñas fraccionarias y conflictos entre grupos armados para tomar la hegemonía, numerosas personas inocentes perdieron la vida.
Al analizar aquella situación, el Presidente se esforzó en concebir otra idea. Al fin llegó a la conclusión de que lo que debía confiar eran solo las masas populares y decidió unir 20 millones de coreanos para desplegar la lucha sangrienta contra los imperialistas japoneses.
Su convicción y voluntad firme se presentaron en “El camino a seguir por la revolución coreana”, informe a la Conferencia de Cuadros Dirigentes de la Unión de la Juventud Comunista y la Unión de la Juventud Antiimperialista celebrada en Kalun (30 de junio de 1930- 2 de julio de 1930).
Lo que más importa es adoptar una posición y una actitud firmes de que el protagonista de la revolución coreana es el pueblo coreano, él es quien debe llevarla a cabo, en todos los casos con sus propias fuerzas y de acuerdo con las condiciones reales del país. Solo manteniendo esta posición y actitud en la revolución se podrá trazar la línea y las orientaciones correctas y llevar al triunfo la sagrada causa de la restauración de la patria, enfatizó él en la reunión.
Su discurso histórico constituyó el anuncio de la creación de la idea Juche.
En acato a su lineamiento de la lucha armada, los comunistas jóvenes se reunieron en torno a él e hicieron preparativos para el combate, así que fundaron en abril de 1932(Juche 21) la Guerrilla Popular Antijaponesa (posteriormente reorganizada como Ejército Revolucionario Popular de Corea). Pese a que no contaban con la ayuda del ejército regular ni la retaguardia estatal los guerrilleros arrebataron por una parte las armas a los enemigos y por la otra las fabricaron por su propia cuenta. También disfrutaron de la ayuda de los habitantes de todas las clases incluyendo obreros, campesinos e intelectuales. Al fin y al cabo lograron la causa histórica de la liberación nacional (en agosto de 1945) al derrotar a los agresores nipones.
Aun después el pueblo coreano aceleró la construcción de una nueva patria en acato al llamamiento del Partido del Trabajo de Corea: Que todos contribuyan activamente a la empresa con sus fuerzas, los que las tengan, con sus conocimientos, quienes los posean, y con el dinero, quienes lo tengan. En la Guerra de Liberación de la Patria (1950-1953) contra la agresión militar de los imperialistas, creó el mito de la victoria sin precedente en la historia poniendo de manifiesto su valentía sin par y abnegación heroica. Con el entusiasmo revolucionario y la alta conciencia de que es el dueño de la revolución mostró la fuerza creativa y la inteligencia infinita en la rehabilitación posbélica y la construcción socialista, que terminó la industrialización socialista en 14 años y estableció el Estado socialista independiente en la política, la economía y la defensa nacional.
Ahora el pueblo coreano avanza vigorosamente hacia nueva victoria de la construcción socialista sucediendo la tradición de que superando múltiples desafíos y contratiempos de las décadas había salvaguardado firmemente el socialismo y logrado triunfos en la revolución. .
La idea Juche es la eterna ideología doctrina de la revolución coreana.