A día de hoy, el pueblo coreano demuestra plenamente su ímpetu heroico en la marcha histórica para lograr el desarrollo integral de la construcción socialista bajo la dirección del PTC.
Según las estadísticas recogidas, más de 800 coreanos recibieron el título de Héroe del Trabajo en la primera década de la nueva centuria del Juche.
Entre los premiados figuran los funcionarios, uniformados y trabajadores, quienes contribuyeron al levantamiento en la capitalina colina Mansu de las estatuas de bronce del Presidente Kim Il Sung y el Dirigente Kim Jong Il y a la remodelación perfecta del Palacio del Sol Kumsusan como supremo lugar del Juche.
Se destacan también los creadores de proezas en la construcción de importantes obras.
Se encuentran los secretarios de célula del partido que hicieron aporte al incremento de la combatividad del partido, los creadores de las obras literarias y artísticas de alto nivel ideo-artístico y los científicos que trabajaron con dedicación por el desarrollo económico del país y el mejoramiento de la vida poblacional.
Se ven también los campeones de los juegos internacionales, quienes infundieron en los habitantes el orgullo y dignidad nacionales, la confianza y el coraje.
Se suman a esa lista las mujeres sobresalientes en la educación de las futuras generaciones y la ayuda al Ejército Popular, las campesinas ameritadas y las prolíficas que formaron a sus hijos como pilares del país