En junio pasado tuvo lugar el III Pleno del VIII Período del Comité Central del PTC, en que fue señalado como una de los aspectos importantes la política de crianza de niños. Y aasimismo el suministro de productos lácteos y otros alimentos nutritivos a los infantes de todo el país a costa del Estado.
En el mundo no hay ningún otro país en que el Partido y el Estado se responsabilicen de la nutrición de los niños.
Esa preciosa tradición fue creada durante el período de la Lucha Armada Antijaponesa.
Durante la ardua lucha armada antijaponesa el Presidente Kim Il Sung presentó luchar por el futuro como eterno espíritu revolucionario de Corea. En una ocasión abrazando a los miembros del Cuerpo Infantil que sufrían por el frío y el hambre en una base guerrillera, dijo así: “Compañeros, amar a los descendientes significa amar el porvenir. Nuestra Patria se construirá para estos niños como un jardín floreciente. Prestemos mayor interés y cuidado a las jóvenes generaciones para el futuro de la Patria y la humanidad.”
Posteriormente él escribió así en sus Memorias: “‘¡Lo mejor a los niños!’ es ahora un principio invariable de nuestra vida, pero ya en aquellas difíciles condiciones de vivir en tierra ajena, cumplíamos sus exigencias; para los niños hacíamos todo lo que estuviera a nuestro alcance. Para darles de comer, ropas y alojamientos, movilizábamos tropas y hasta entablábamos sin titubeo combates.”
En diciembre de 1945, muy ocupado por la construcción de una nueva patria, propuso establecer cuanto antes las casas-cuna y los jardines de infancia. Una vez creada la primera casa cuna en el país, se dignó a ponerle el nombre.
Gracias a su dirección se establecieron en el ámbito nacional los sistemas de atender la salud de las mujeres y criar a los huérfanos. También se aumentaron aún más las medidas para cuidar a todos los niños del país a expensas del Estado y la sociedad.
En la “Ley de la crianza y educación de los niños de la República Popular Democrática de Corea” aprobada en abril de 1976 se lee el siguiente artículo: “El Estado y las organizaciones sociales y cooperativas deben asegurar bajo su responsabilidad todas las cosas necesarias para la crianza y educación de los niños, según el principio de ‘Lo mejor a los niños’”.
Durante la marcha penosa y la forzada de la década de 1990, el Dirigente Kim Jong Il, aun en pésimas condiciones del país, hizo continuar la producción de alimentos para niños. De esta manera aseguró las materias primas necesarias sin interrupción.
Durante su visita a la Fábrica de Alimentos para Niños de Pyongyang, el Dirigente elogió a los obreros y técnicos de allí por sus loables éxitos diciendo que ellos satisficieron su deseo.
En diciembre de hace 7 años Kim Jong Un visitó dicha fábrica y la evaluó como empresa a la que aprecia especialmente el Partido. También indicó que está bajo la singular atención de todas las madres del país. Igualmente destacó la necesidad de producir y suministrar a los niños gran cantidad de leche de soja y otros alimentos sabrosos y nutritivos.
No hay tarea revolucionaria más importante que criar robustamente a los niños que constituyen el futuro de la patria y traer una mejoría en las condiciones de crianza. Esta es la política más importante y deseo más vehemente de nuestro Partido y Estado, y la inalterable voluntad del compañero Kim Jong Un. Gracias a su gran propósito, actualmente se registra un gran avance en la materialización de la política de crianza de niños de nuestro Partido.