Jong Song Sil, profesora de la facultad de deporte y arte del Instituto Superior de Maestros de Pyongyang, lleva decenas de años dedicandose a desarrollar la danza gimnástica del país.
A los 10 años de edad empezó a aprender esta especialidad y ganó en varios juegos nacionales. Pero, fracasó en los juegos internacionales.
Una vez graduada del Instituto Superior de Cultura Física de Corea se hizo profesora del centro docente donde trabaja ahora. Decidió hacer realidad su sueño y esperanza no alcanzados formando maestros y educadoras en la rama del baile deportivo.
Ella leía en la mirada de los estudiantes lo que era la evaluación de su dirección del entrenamiento y de sus lecciones y prestaba atención a sus preguntas.
Instigados por su sincera y apasionada actitud, los estudiantes le plantearon sin titubeos las dudas que tenían.
Por supuesto que hubo quienes no correspondían a su exigencia.
Jong los estimuló diciendo que si ellos, que debían buscar a los niños aptos para la danza gimnástica y darles una correcta educación, retrocedían ante las dificultades, se reduciría el número de los talentos prometedores que glorificaran la patria.
Para formar a sus discípulos como instructores dotados de conocimientos teóricos y prácticos menudeaba junto con ellos la visita a las escuelas primarias sobresalientes en los concursos nacionales de la disciplina de que hablamos ahora, donde les hizo intercambiar opiniones con maestros y aprender sus experiencias.
En este proceso Jong Song Sil obtuvo el título de Profesor Ejemplar 8 de Octubre, y después se desempeñó como jefa de cátedra.
Escribió más de 40 disertaciones y 10 especies de manuales y libros de referencia para instituto superior, escuela primaria y jardín de infancia.
Siente orgullo de ser instructora al ver a jóvenes, escolares y niños formados por sus discípulos, en varios espectáculos nacionales como la gran función gimnástica y artística “Arirang”, laureada con el Premio Kim Il Sung.
Hoy también ella dedica todo su entusiasmo a la labor docente.