Pasó un mes desde el ignominioso incidente de muerte de un surcoreano infiltrado ilegalmente por vía de las aguas del Mar Oeste.
En acato a la intención de nuestra Dirección Suprema, hemos avisado inmediatamente el resultado de investigación sobre todos los detalles del caso. Se ha expresado la pena por el incidente lamentable ocurrido en la zona marítima de nuestra parte para que no se deterioren más la confianza y respeto entre ambas partes coreanas por ese hecho lamentable.
Se ha hecho todo lo posible por encontrar el cadáver en las aguas del Mar Oeste y devolverlo a sus familiares, pero no tuvimos el resultado deseado.
Sentimos lástima por ello y decidimos seguir tomando las medidas necesarias por conducto de la rama competente.
Sin embargo, se torna cada día más siniestra y pasa el límite la conducta irrespetuosa de la parte Sur de insultar nuestra bondad. Su extrema desconfianza busca la confrontación entre los connacionales, hecho que provoca preocupación e indignación de nuestro ejército y pueblo.
Históricamente, hay muchos ejemplos de que se había extendido el tiroteo encarnizado por un pequeño accidente ocurrido en las fronteras de los países que estaban en paz.
Además, ambas partes coreanas no están en paz sino en estado de armisticio. Y el escenario del incidente fue la zona candente del Mar Oeste donde se enfrentan agudamente las fuerzas armadas.
La parte Sur también podrá imaginar cómo reaccionarían los militares en las circunstancias de aquel entonces en que no sabían la intención del intruso en nuestras aguas marítimas y éste no quiso aceptar de inmediato el control.
Sin embargo, ya que el accidente inesperado ocurrió en aguas marítimas bajo nuestra soberanía, expresamos la pena a la parte sureña tomando en cuenta la actual situación de relaciones Norte-Sur. Igualmente venimos aguantando con máxima paciencia las maldiciones de toda índole que se escuchan en la parte sureña después del incidente.
A pesar de ello, las fuerzas conservadoras surcoreanas como el “Partido Poder del Pueblo”, con conciencia fratricida, actúan con fanatismo para criticar a la parte connacional hablando de continuo de la supuesta “barbaridad” y “violación de DDHH” e intentan convertir el incidente en una oportunidad para alcanzar su sucio objetivo político.
Y abogan por llevarlo hasta a la ONU y otros escenarios internacionales cuestionando el “problema de DDHH” de alguien.
Sin dar ni la menor señal de juzgar racionalmente todos los detalles del incidente y buscar la solución correcta, andan enfrascados en fomentar la desconfianza y hostilidad a la parte connacional y censurar la incapacidad de las autoridades actuales.
Parece que es una enfermedad endémica de los conservadores surcoreanos describir obstinadamente como puñalada la mano extendida con buena fe por la parte connacional.
Estamos cansados ya hace mucho tiempo de la campaña conflictiva con la RPDC. Pero, esta vez nos vemos obligados a cuestionar el hecho, ya que prosigue obstinadamente la demagogia intencional e intrigante sobre el incidente.
Como ya hemos notificado a la parte sureña, avisamos en lo suficiente para comprender que no le quedó otro remedio que tomar la medida de autodefensa a nuestro soldado quien había juzgado que el habitante surcoreano trató de huir desacatando el control por su entrada ilegal en las aguas jurisdiccionales de nuestra parte.
¿Nos ha anunciado acaso previamente la parte sureña que su habitante iba a nuestras aguas marítimas?
También se ha revelado la verdad de “ultraje al cadáver”, de que hablan tanto los conservadores, por el mismo círculo militar surcoreano.
Es invariable nuestra posición de que el primer responsable de la presente desgracia es la parte Sur porque fue ocurrida por la falta de control a su habitante en la zona marítima delicada y en el tiempo más tenso y peligroso debido al virus letal que azota todo el territorio surcoreano.
En contraste con su dicho de estar interesados tanto en los “derechos humanos” y apreciarlos, los conservadores surcoreanos se mantuvieron callados ante el incidente horrible de los surcoreanos atropellados hace poco por un carro blindado de las fuerzas norteamericanas. Para colmo, mataron en el acto con indiscriminado tiro de ametralladora a un habitante surcoreano que cruzaba a nado el río en la zona de Línea de Demarcación Militar para entrar en el territorio de la RPDC.
¿Como e atreven a hablar de los DDHH?
Conocemos que la intención verdadera detrás de la conducta imprudente de ellos, que no están interesados realmente en la vida del hombre y sus derechos, reside en aprovechar el presente caso para levantar en la sociedad surcoreana la fuerte oleada de enfrentamiento con la RPDC y de “purga a los procomunistas”.
Ninguna falsificación ni intriga de ellos podrá manchar la imagen muy digna dela RPDC donde se mantiene el estilo nacional de respetar, amar y apreciar al pueblo en cualesquier circunstancias adversas.
En la actualidad, no se disipan la inquietud y discordia entre ambas partes coreanas por culpa de los trastornados mentales que son cautivados de la ambición de arrebatar el poder, se dedican sólo a la campaña fratricida y disputa política y a la creación de disturbios sociales sin pensar nada en el empeoramiento de la vida poblacional ni en la transmisión de la pandemia.
En la parte Sur excede el límite la demagogia sobre nuestra parte y se torna cada vez más abierta la tendencia a extender el incidente como conspiración anti-RPDC de dimensión internacional. Esta realidad grave vuelve a causarnos el descontrol del límite de magnanimidad y buena fe que hemos mantenido hasta ahora.
A exponer nuestra posición, deseamos que no se repita más nunca el antecedente desagradable en que un incidente casual había llevado a la fase catastrófica las relaciones N-S.
Advertimos por adelantado que la locura conflictiva de los conservadores surcoreanos puede buscar mayor desgracia.