El 24 de agosto de 1945, ocurrió el incidente de explosión del barco de transporte de las fuerzas marítimas de Japón, Ukishima-maru, en el mar frente a Maizuru.
Este caso de matanza masiva fue inventado premeditadamente por los imperialistas japoneses que querían tomar desquite de su derrota en la guerra al asesinar al mayor número posible de coreanos.
Entonces, ellos engañaron a los coreanos para que subieran al barco, diciendo que su destino era Pusan y no había otra vía marítima hacia Corea.
Numerosos viajeros coreanos, que se habían llevado forzosamente a Japón, murieron ahogados en el mar frente a Maizuru como víctimas de la misantropía del país isleño sobre la nación coreana.
Para ocultar el verdadero aspecto del caso, los bestiales imperialistas japoneses encerraron en una base naval a los pocos sobrevivientes que fueron asesinados luego mediante la explosión de un tanque de vapor.
Luego, orquestaron la farsa de hacer al capitán de Ukishima-maru declarar que el incidente no fue más que un “hundimiento inevitable”.
Pero, todo el curso desde la salida del barco del puerto Ominato hasta el momento de voladura, los testimonios de los sobrevivientes y las pruebas descubiertas evidenciaron que la tragedia fue fabricada de manera planificada e intencional por los imperialistas japoneses.
Aunque pasaron 75 años desde su derrota en la guerra, los reaccionarios japoneses no piden perdón ni indemnizan sus innumerables crimenes.
El pueblo coreano no olvidará nunca el expediente criminal de Japón y ajustará sin falta las cuentas con este enemigo jurado.