La República Popular Democrática de Corea se sustenta en las relaciones socialistas de producción y en la base de la economía nacional autosuficiente.
Los medios de producción son propiedad del Estado y de las organizaciones sociales y cooperativas y el Estado protege la propiedad individual y garantiza por ley el derecho a heredar.
La República tiene por principio supremo de su actividad mejorar constantemente la vida material y cultural del pueblo y el Estado asegura a todos los trabajadores plenas condiciones para la alimentación, el vestido y la vivienda.
El Estado, ateniéndose a la línea de construcción de la economía nacional socialista autosuficiente y acelerando su adecuación a nuestras condiciones, modernización, informatización y fundamentación científica, se esfuerza por convertirla en una economía autóctona, altamente desarrollada, y por edificar los cimientos técnico-materiales correspondientes a la sociedad socialista perfeccionada.
En la dirección y administración de la economía socialista, se mantiene firme en el principio de combinar correctamente la dirección política con la económico-técnica, la orientación unificada del Estado con la iniciativa de cada unidad, el mando unitario con la democracia, y el estímulo político-moral con el material, así como obtener ganancias reales.
La economía nacional de la República es una economía planificada.