A la pregunta formulada por un reportero de la ACNC en relación con que el secretario general de las Naciones Unidas expresó la “pena” sobre la situación reciente de las relaciones íntercoreanas, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea dio el día 11 la siguiente respuesta:
El día 10, el secretario general de la ONU, al acusar mediante su portavoz las medidas de la RPDC de interrumpir totalmente las líneas de comunicación Norte-Sur, expresó “lastima” y dijo que son necesarias las vías de comunicación para evitar el malentendido y juicio equivocado.
Nos extraña el hecho de que se suenan públicamente en el escenario de la ONU las locuras totalmente carentes del entendimiento básico y hasta del discernimiento general sobre las relaciones entre ambas partes coreanas.
Tal vez fuera la expresión de ignorancia, pero, Guterres, si está en el cargo del secretario general de la ONU, deberá expresar su posición luego de saber que no ha ocurrido la situación creada ahora entre el Norte y Sur de Corea por falta de las líneas de comunicación y vías de contacto.
Sabrá solo él que hace caso omiso de los artículos del acuerdo Norte-Sur de prohibir todos los actos hostiles a la contraparte o se finge borracho. Pero no podemos pasar por alto esta vez.
Él no decía nada cada vez que se ha violado severamente la soberanía de nuestro Estado, digno país miembro de la ONU, pero, se suma cada vez a la injusta acusación de EE.UU. y otras fuerzas satélites a nuestras medidas autodefensivas. Esto es la conducta baja y dual del secretario general de la ONU.
Por más que tuviera la gana de aprobar y aplaudir los actos de EE.UU. y sus seguidores, él no deberá olvidar su misión.
Por la expresión de la posición inadecuada y parcial del secretario general de la ONU, se hace firme el entendimiento internacional de que esa organización internacional está convirtiéndose en un aparato político y lacayo de unas fuerzas específicas y se agranda la desconfianza de la sociedad internacional en la noble organización internacional y en sí mismo.
La ONU no es la ventanilla venal que representa a las fuerzas específicas ni la escena donde se reinan la coacción y arbitrariedad de ellos.
Es natural que él, si quiere de veras la paz y la estabilidad de la Península Coreana, no debe expresarnos la “pena” sino criticar al Sur de Corea que dejó los actos malvados de las escorias humanas, sin estimar los acuerdos Norte-Sur.
No perdonamos nunca a quienes ofendieron a nuestra máxima dignidad más noble y sagrada.
Le aconsejamos que él debiera tratar con igualdad a todos los países miembros de la ONU conforme a los principios de las actividades de la ONU cuya vida es la imparcialidad y objetividad, y cumpliera su responsabilidad y rol para que no se ensucie el escenario de la ONU de la injusticia y falsedad.