El presidente del Comité Coreano por la Paz de Asia y el Pacífico (CCPAP), Kim Yong Chol, hizo pública el día 27 una declaración que señala como sigue:
En estos días, EE.UU. recurre más frenéticamente a la política hostil a Corea, malentendiendo nuestra paciencia y magnanimidad.
En una reunión del primer comité de la 74ª sesión de la Asamblea General de la ONU, efectuada hace poco, el representante norteamericano soltó unas locuras cuestionando nuestras medidas de fortalecimiento de las fuerzas autodefensivas, tales como su país no participará con ojos cerrados en el diálogo EE.UU.-Corea y el Norte de Corea debe presentar nueva metodología para FFVD.
Por otra parte, EE.UU. obliga a otros países a ejecutar la “resolución de la sanción” de la ONU y hace todo lo posible para aprobar los resoluciones anti-coreanas en la Asamblea General de la ONU movilizando a los países satélites.
Para colmo, un comandante de las fuerzas estratégicas norteamericanas calumnió en el Senado a nuestro Estado como “país bribón”, mientras que las fuerzas belicosas planean los ejercicios de ataque nuclear contra nosotros.
La realidad demuestra que en vez de aceptar nuestra demanda sobre el cambio del modo de cálculo, EE.UU. se vale de los métodos más astutos y perversos que nunca.
Se mantienen hasta la fecha las relaciones Corea-EE.UU. que podrían ser suspendidas en varias ocasiones por tales actos hostiles y las erróneas conductas caducas del segundo país, lo que se debe enteramente al vínculo amistoso entre el Presidente del Comité de Estado Kim Jong Un y el Presidente Donald Trump.
Pero, todos tiene sus límites, la intimidad entre los Máximos Dirigentes de ambos países no puede dar espalda a la opinión pública ni se sirve de la garantía para impedir y recompensar el empeoramiento de las relaciones entre dos países.
El país norteamericano divulga como si fueran sus “productos diplomáticos” las medidas importantes tomadas por nosotros para construir la confianza. Sin embargo, no se ha logrado ningún avance en las relaciones Corea-EE.UU. y se mantiene el estado beligerante tan agudo como se provocaría ahora mismo.
EE.UU. intenta pasar el presente año sin dificultad alguna abusando del lazo de su presidente con nuestro Presidente del Comité de Estado, pero en vano.
No hay enemigo eterno ni amigo eterno. No quiero que estas palabras diplomáticas se cambien en otras según las cuales hay enemigo eterno pero no amigo eterno.