En el desfile militar efectuado el día 27 por el aniversario 70 de la victoria en la Guerra de Liberación de la Patria, el ministro de Defensa Nacional de la RPDC, Kang Sun Nam, pronunció un discurso.
Es un gran honor de los oficiales y soldados de las Fuerzas Armadas de la RPDC y gran júbilo de todo el pueblo coreano efectuar el desfile militar por el día de victoria en esta plaza donde, hace 70 años, estallaron los vítores de los que conquistaron su gran triunfo defendiendo firmemente el país desde la invasión armada del imperialismo estadounidense y los países satélites, comenzó el orador y prosiguió:
Celebrar el día de victoria en la guerra reuniendo a diferentes generaciones como los veteranos de guerra, protagonistas de la gran década, los ameritados que hicieron aporte a la prosperidad de la patria, así como los innovadores de trabajo y militares ejemplares, constructores de nuevas avenidas y los estudiantes jóvenes, es una confirmación evidente de la firme continuación de la ortodoxia de la Revolución Coreana y la tradición de victoria.
Es sagrado y eterno el significado del 27 de julio de Corea, que defendió la dignidad y honor del pueblo y el ambiente de desarrollo independiente del Estado y preservó la paz de la humanidad al detener el cumplimiento de la estrategia del imperialismo norteamericano de tomar la hegemonía mundial y prevenir nueva guerra mundial.
La victoria del 27 de julio resulta más grandiosa por haber puesto punto final a la “doctrina de omnipotencia de armamentos“, que preconizaban las fuerzas agresoras imperialistas, y confirmado la vigencia de la teoría de ideología del Juche, según la cual el factor decisivo de la victoria en la guerra reside en el poderío ideo-político de los habitantes y militares unidos compactamente en torno al Partido revolucionario.
El septuagésimo aniversario de la victoria en la pasada guerra coreana es un monumento de la historia, hecho por los tres años de guerra y las 7 décadas en defensa del mismo triunfo, y el gran festival de hoy constituye el clímax de honor, preparado por los combatientes del tiempo de guerra y sus descendientes.
El 27 de julio de gran victoria enseñó una lección evidente de que solo ganarán la derrota vergonzosa los que andan colmados de la anacrónica ambición agresiva y la codicia excesiva por la hegemonía, sin ver la corriente de la época, el cambio de la historia y la fuerza justa para defender lo propio.
Abogando por la “lógica de la fuerza” también en este momento, los belicistas norteamericanos y la camarilla traidora de Yoon Suk Yeol no dejan de hacer jugadas peligrosas, que pueden causar en la Península Coreana la guerra nuclear nunca vista en la historia, debido al uso atrevido de fuerzas armadas contra la RPDC.
EE.UU. forma de modo concentrado el bloque militar agresivo como la alianza militar trilateral “Sur de Corea“- EE.UU.-Japón contra nuestro Estado y otros países independientes de la región de Asia-Pacífico e introduce sin vacilación alguna en la Península Coreana hasta las fuerzas de la OTAN, aparato conflictivo fuera de la región, hecho que pone en peligro el ambiente de seguridad de la RPDC y otros Estados circunvecinos.
Lo más grave es que junto con los lacayos de la “República de Corea“, EE.UU. puso en funcionamiento el llamado “grupo consultivo nuclear“, mecanismo de guerra nuclear, y lleva a la práctica el complot de guerra nuclear contra nuestro Estado.
Ahora el imperialismo norteamericano y los traidores de la “República de Corea” no vacilan en decir tonterías como el “fin del régimen” de nuestro Estado.
Ya que la intención agresiva de las fuerzas hostiles llegó al extremo sin lugar a dudas, nuestras fuerzas armadas han de exponer también en términos más claros su misión y deber.
Declaramos con seriedad que si siguen intentando como ahora el enfrentamiento militar, el uso de las fuerzas armadas de nuestro Estado excederá el límite de defensa en cuanto a los Estados Unidos de América y la “República de Corea“.
El imperialismo norteamericano no tiene la alternativa que le permita sobrevivir, aunque use el arma nuclear contra nuestro país.
Si los Estados Unidos de América intenta el uso de fuerzas armadas contra la República Popular Democrática de Corea, tendrían que sufrir una crisis que nunca habían imaginado ni encarado.
Estamos listos.
La opción les toca a los enemigos.
Defender la soberanía y seguridad de la RPDC y asegurar la integridad territorial constituyen la noble misión de nuestro ejército.
Nuestras fuerzas armadas revolucionarias no perdonarán ni un comino los actos encaminados a atentar en sentido militar contra la soberanía y seguridad de nuestro Estado y emprenderán de manera más ofensiva la reacción militar para frenarlos.
Las fuerzas armadas de la RPDC, que apoyan con fidelidad la idea revolucionaria y el ideal político del PTC, mantendrán su noble honor y tradición en el camino de defender el carácter invencible y vitalidad de nuestro gran Estado y régimen y lucharán siempre en la misma trinchera con los países y los pueblos progresistas que luchan por defender la independencia y justicia en aras de un mundo pacífico y hermoso sin agresión, saqueo, matanza y destrucción.
La victoria será siempre nuestra.
Prosperará eternamente la RPDC, guiada por el invencible Partido revolucionario y el líder destacado, y alcanzará la victoria y gloria perennes nuestro gran pueblo que lleva adelante con firmeza la causa revolucionaria del Juche, la socialista