La subjefa de departamento del Comité Central del PTC, Kim Yo Jong, hizo pública el día 28 la siguiente posición por conducto de la Agencia Central de Noticias de Corea:
La reciente visita a Washington del presidente surcoreano Yoon Suk Yeol constituyó una oportunidad para comprender con más claridad la causa raigal y su factor material que amenaza la paz y seguridad de la Península Coreana y el resto de la región.
Al cabo de la cumbre EE.UU.-Sur de Corea celebrada el día 26, los mandatarios de ambas partes publicaron la llamada “Declaración de Washington” que aborda el proyecto sobre el mejoramiento de la capacidad ejecutiva del “disuasivo ampliado“. De esta manera, estipularon por escrito su opción y voluntad de actuar contra la RPDC.
Siendo un producto coherente de la brutal política hostil a la RPDC que refleja la voluntad de acción más enemiga y agresiva, la “Declaración de Washington“, fabricada por los gobernantes de EE.UU. y el Sur de Corea, dará el resultado de exponer al peligro más grave la paz y seguridad de la región del Nordeste Asiático y el resto del mundo, por lo cual deviene un suceso ingrato en todos los sentidos.
Debido a la fabricación del “grupo consultivo nuclear“, el despliegue periódico y permanente de las propiedades estratégicas nucleares de EE.UU. y los frecuentes ejercicios militares, la situación política y militar de la región se ve obligada a mantenerse en la corriente inestable y, como resultado, dio la circunstancia en que nos hace emprender la acción más decisiva en lo equivalente al nuevo ambiente de seguridad.
Otro hecho, de que debemos ajustar las cuentas sin falta y no podemos estar con brazos cruzados, es que la máxima autoridad del país enemigo usó directa y públicamente a la vista de todo el mundo esta expresión: “el fin del régimen“.
¿Se trataría acaso de una chochera del vejarrón?
Tal vez podemos tomarlo como disparate de un vejestorio sin porvenir, quien no puede responsabilizarse nunca de la seguridad y el futuro de EE.UU. y se sentiría fatigado sólo por completar su mandato, que le quedan 2 años.
Sin embargo, el hecho de que esa expresión haya sido usada directamente por el presidente de EE.UU., país más hostil, significa la amenaza retórica que no podemos pasar fácilmente por alto y exige ponerse dispuesto a las tremendas consecuencias.
Confiando demasiado en la fuerza, se portó más de la cuenta con una bravura irresponsable.
En esta oportunidad, se pudo reconfirmar la siniestra intención hostil de los belicistas del círculo militar de Washington y Seúl, la cual no sugiere ninguna otra interpretación, ni puede ser más evidente. Además, nos dio la respuesta inequívoca de lo que debemos hacer en lo adelante y para cuál hemos de estar dispuestos perfectamente.
Cobra el carácter muy grave el desenvolvimiento de la situación.
Esta vez también, Yoon Suk Yeol dejó en claro su intención de intensificar más todavía los ejercicios militares conjuntos “Sur de Corea“-EE.UU. y otras maniobras, diciendo que establecería la capacidad de reacción aplastante, que comprende el “sistema de defensa de tres ejes del Sur de Corea“, y la disposición de castigo merecido.
No sería fácil sondear los pensamientos de ese estúpido que se puso tan agradecido diciendo “creer totalmente la firme promesa de EE.UU. de ofrecer el disuasivo ampliado“, si bien lo que le ha “regalado” este país no es más que una “declaración” superficial. Pero seguiremos de cerca hasta dónde irá Yoon haciéndose el guapo, aunque su incapacidad llevó la seguridad a un callejón sin salida.
La ambición irrisoria de EE.UU. y el Sur de Corea se enfrentará en el futuro con la fuerza material más potente.
Nos quedamos convencidos una vez más de que hace falta procurar más perfección en el incremento del disuasivo de guerra nuclear, en particular, en la disposición de cumplir la segunda misión de esta fuerza disuasoria.
Sabemos con toda claridad lo que nos toca hacer.
Mientras los enemigos se pongan más fanáticos de los ejercicios de guerra nuclear y desplieguen mucho más propiedades estratégicas nucleares en la región de la Península Coreana, recurriremos más, en lo proporcional a ello, al ejercicio del derecho a la autodefensa.