El gran Líder Kim Il Sung es un padre generoso del pueblo coreano quien consagró todo lo suyo a la sagrada causa por la libertad y la emancipación de las masas trabajadoras.
Vivió toda la vida con la máxima de que si un revolucionario confía y se apoya en el pueblo, llega a salir siempre victorioso, pero si es repudiado por él, sufre mil derrotas.
En toda su vida siempre estaba entre los trabajadores compartiendo las penas y alegrías con ellos, elaboró políticas en reflejo de sus demandas y condujo hacia la victoria la revolución coreana con la movilización de sus fuerzas e inteligencias.
Visitó numerosas fábricas y empresas del país, sin hacer caso de mal tiempo y lo escarpado de caminos, ocasiones en que se interesaba, antes que nada, por las condiciones de trabajo y vida de los obreros. Los formó como trabajadores más revolucionarios, protagonistas de la edificación de una nueva patria y les despertó una fuerza espiritual inagotable, en virtud de lo cual ellos obraron milagros y cambios del siglo.
Actualmente, los obreros coreanos con júbilo y orgullo de ser dueños del país se disfrutan de una vida feliz.
Bajo la dirección del estimado compañero Kim Jong Un, las hazañas inmortales del Presidente Kim Il Sung emiten más brillos y la heroica clase obrera de Kim Il Sung y Kim Jong Il se alza con mayor brío en la construcción de potencia creando nuevos milagros.