Autoconfianza como espíritu de lucha

En el informe del VIII Congreso del Partido del Trabajo de Corea, el Máximo Dirigente Kim Jong Un señaló que en medio de la campaña de todo el pueblo para acelerar la construcción socialista aumentando la capacidad de autofortalecimiento, el apoyo en las fuerzas propias se ha consolidado como estilo nacional  y único espíritu de lucha de la revolución coreana.

Este proceso revolucionario viene marchando adelante superando las dificultades de toda índole con el apoyo de las fuerzas propias.

El espíritu revolucionario de autoconfianza del pueblo coreano se ha creado en el período de lucha armada antijaponesa, organizada y dirigida por el Presidente Kim Il Sung a principios de la década de 1930.

Los mártires revolucionarios antijaponeses se pertrecharon con las armas arrebatadas al enemigo y resolvieron el problema de armas faltantes con las granadas, fusiles y polvorín hechos por cuenta propia.

Así cumplieron el 15 de agosto de 1945 la histórica causa de liberación de la patria derrotando al imperialismo japonés.

El pueblo coreano alcanzó la victoria en la revolución y la construcción continuando generación tras generación ese espíritu revolucionario.

Después del fin de la guerra coreana en 1953, completó en 14 años apenas la industrialización socialista, de manera que emergió como país caracterizado por la independencia, autarquía y autodefensa.

También en la década de 1990 cuando se recrudecían más que nunca las maniobras de aislamiento y aplastamiento anti-RPDC de las fuerzas aliadas imperialistas, obtuvo una victoria fulminante en la defensa del socialismo y sentó el firme cimiento de la construcción de una potencia socialista bajo la bandera de autoconfianza.

En los últimos años, consolidó extraordinariamente la posición de la RPDC y registró avance en afianzar  la economía nacional al tomar el apoyo en fuerzas propias como línea vital de autosuficiencia y autofortalecimiento y como poderosa fuerza motriz del desarrollo.

Convencido de que el atajo de prosperidad está en confiar en las fuerzas propias, los coreanos marchan a pasos firmes poe este camino.