El Hospital Pediátrico Okryu cercano a la Casa de Maternidad de Pyongyang da una sensación de tranquilidad como un niño en el regazo de la madre.
El exterior del hospital parece un edificio construido con bloques del juguete para armar y su interior hace recordar un mundo descrito en los cuentos de niños. Las paredes de corredores, escaleras, salas de enfermos y de tratamiento están adornadas con unos 1 720 dibujos que agradan al gusto de los niños.
En varios lugares del hospital se hallan áreas de juegos dotadas con equipos e instalaciones recreativas, así como cómodas sillas de diversas formas y colores.
Los pequeños que lo visitan se sienten alegres viendo dibujos o jugando en lugares de descanso.
Padres y médicos aprecian el ambiente de este centro sanitario muy favorable para el tratamiento de los niños.
El Hospital está provisto de modernos equipos médicos, el sistema de servicios médicos a distancia vinculado a los homólogos en provincias y el helipuerto para casos emergentes. Incluso cuenta con aulas para que los pequeños hospitalizados puedan estudiar sin interrupción.
Desde su inauguración en octubre de 2013(102), el Hospital ha devuelto la salud y risas a un gran número de los niños. Sus médicos resucitaron al cabo de 18 horas a un bebé que se quedó inconsciente por dispepsia tóxica y curó a un niño que no pudo escuchar y hablar durante más de una década.