Corea abunda en recursos marítimos porque está bañada por el mar en sus tres lados. La RPDC tiene muchos sanatorios que aprovechan agua de mar y fangos como mejores medios de tratamiento.
El agua de mar, casi ionizada, contiene la mayoría de elementos químicos, entre otros, el ión de magnesio y otros componentes que se absorben fácilmente en el cuerpo humano.
Según los médicos, el agua de mar se puede utilizar para el tratamiento de las afecciones nerviosas, cardiovasculares y respiratorias, enfermedades de mujeres y males metabólicos, etc.
Por regla general, su densidad relativa es mucho más alta que las de fuentes minerales, lo que muestra que es muy favorable para curar las secuelas de las enfermedades musculares y de juntura, en particular la anquilosis y la contractura, y rehabilitar de las funciones del cuerpo.
El agua marina varía en su influencia que da al ser humano según la cantidad de la sal que contiene, razón por la cual, en el caso de utilizarla con el fin curativo hace falta medir su salinidad.
Sus terapéuticas incluyen el masaje, la aplicación y la fomentación, el baño con agua de mar fría o caliente y el baño de gas de agua de mar caliente.
En adición, el fango contiene todas las especies de sustancias orgánicas e inorgánicas que tienen los seres vivos.
Entre las sustancias contenidas en el fango de marisma hay las que tienen varios efectos fisiológicos y bioquímicos incluyendo el antiinflamatorio, el de defensa de inmunidad y el de aceleramiento para el crecimiento y regeneración.
El contenido de microelementos en el fango es incomparablemente mayor que el agua ordinaria y miles de veces más que el agua de mar.