Corea con pintorescos montes y ríos de aguas cristalinas tiene muchos lugares de hermoso paisaje que sirven de parajes consagrados al descanso y recreación del pueblo
Entre ellos destaca el monte Jangsu situado entre los distritos Jaeryong y Sinwon de la provincia Hwanghae del Sur.
Desde tiempos inmemoriales se llamaba “Kumgang de Hwanghae”. Tiene 745 m de altura sobre el nivel del mar y ocupa una extensa área de unos 12 km desde el este hasta el oeste y 5 km desde el norte hasta el sur.
Su pico más alto es el Pojok, cuyas cordilleras se extienden en dirección al norte y el sur, y linda con varios picos de 700 m sobe el nivel del mar como Pojang y Kwanum.
La montaña es rica en pinos, robles y otras plantas raras, y animales como corzos, tejones, zorros, liebres y ruiseñores. Allí viven muchos faisanes, por lo que se llamaba también “monte Chiak”.
Lo más hermoso en el monte es el paisaje de su valle. Típicas son las doce curvas en la parte occidental del monte, se encuentran en una distancia de 12 km en el valle y unos 50-150 m de anchura.
Los acantilados de 150-200 m de altura permiten observar un paisaje misterioso y singular. Resalta a la vista la hermosura de las curvas en buena armonía con el agua cristalina que fluye por el valle, cascadas, lagunas, pinos y arces con hojas enrojecidas.
Los antecesores coreanos, fascinados por el paisaje del monte Jangsu, llamaron el monte Kumgang como “príncipe de la hermosura de montañas en la zona montañosa oriental”, y el monte Jangsu como “reina de la belleza de valles que apareció como una estrella en el área llana occidental”.
Forsythia densiflora y el pliegue del monte Jangsu se registraron como monumentos naturales del país.
Allí se hallan las reliquias de Pyongyang Sur que se remontan al período de Coguryo, incluyendo la fortaleza Jangsusan, la ermita Hyon, el templo Myoum y antiguos templos.