El Presidente Kim Il Sung recordó así:
“Kim Jong Suk fue una fervorosa revolucionaria que consagró todo lo suyo en aras de la emancipación de la patria y el triunfo de la revolución. Fue una afamada tiradora, hábil activista clandestina e indoblegable comunista que no claudicaba ante severas pruebas y dificultades…
Amó como nadie a la patria y a los compañeros y se consagró de lleno a la revolución. Todo lo que hizo fue para los compañeros y no para sí misma.”
Kim Jong Suk, a quien recuerda hasta la fecha el pueblo coreano, fue una revolucionaria entusiasta que consagró todo su ser en aras del triunfo de la revolución.
En septiembre de 1935, cuando tenía 18 años de edad, ingresó en el Ejército Revolucionario Popular de Corea y durante el período de la ardua Lucha Armada Antijaponesa protegió estrictamente la vida y la salud del General con la fidelidad infinita y la constancia cálida.
Al respecto se transmiten hasta hoy muchas anécdotas emocionantes: defendió de las balas enemigas al Comandante con su cuerpo; garantizó la seguridad de la Comandancia al desenmascarar a los contrarrevolucionarios con perspicacia extraordinaria y alta vigilancia; formó a los guerrilleros como combatientes que defendieran al General a riesgo de la vida; en bien de la salud del General hizo plantillas con su cabellera para ponerlas en sus calzados; confeccionó la ropa de punto y el abrigo de algodón de seda aprovechándose de horas libres que tuviera durante los combates y ejercicios militares y le preparó infaliblemente la comida aun en pésimas condiciones de la tropa. Todo esto nos muestra vívidamente cuán nobles fueron su posición y actitud en cuanto al trato al gran General.
La Heroína logró grandes hazañas para la realización de la causa de liberación nacional con su valentía sin par y elevado espíritu de sacrificio.
Consciente de que sólo con las armas se podía lograr tanto la liberación nacional y el triunfo de la revolución como la venganza de los padres y hermanos, ella, tomando firmemente el arma, juró así: “Con este fusil en que está impregnada la sangre de los mártires revolucionarios y que refleja el anhelo del pueblo de restaurar la patria, lucharé hasta el fin de mi vida siendo fiel al General Kim Il Sung.
Dispararé contra el enemigo con este fusil y esta bala como si fueran cien fusiles y cien balas”
En cumplimiento de este juramento ella manifestó sin reservas la valentía sin par y la abnegación en muchos combates efectuados en Fusongxiancheng, Xinancha, la zona de Musan, etc., de modo que hizo gran aporte a materializar el proyecto estratégico del General.
En los vocativos “Heroína Antijaponesa” y “Generala de Paektu”, ampliamente conocidos entre el pueblo coreano y los pueblos del mundo, está resumida la historia de méritos de Kim Jong Suk que consagró todo lo suyo con el fusil en la mano en aras de la liberación nacional.
Con motivo del 70 aniversario de su fallecimiento (22 de septiembre) el pueblo coreano, visitando con infinita añoranza su busto erigido en el Cementerio de Mártires Revolucionarios del monte Taesong, afianza la férrea determinación de llevar a feliz término la causa revolucionaria del Juche siguiendo la dirección del Máximo Dirigente Kim Jong Un.