El portavoz de la Asociación de Estudio de Derechos Humanos de Corea (AEDHC) hizo pública hoy una declaración siguiente:
En estos días, EE.UU. recurre con frenesí a las campañas de DDHH anti-RPDC de diferentes tipos para inculcar más que nunca la hostilidad al país socialista.
Al frente de este complot está Julie Turner, enviada especial encargada de los asuntos de derechos humanos del Norte de Corea del Departamento de Estado de EE.UU.
El expediente anti-RPDC de ella de unos meses últimos deja saber que ella no es la enviada especial de DDHH, sino la primera conductora del cumplimiento de las políticas anti-RPDC de EE.UU. y la enviada especial para la confrontación que instiga la intervención en los asuntos internos y la confrontación.
La protección de los fugitivos del Norte, la ampliación de la entrada de las informaciones y el fortalecimiento de reproche de la violación de DDHH, de que habla ella, constituyen una muestra de intención de satanizar nuestro Estado, crear en el interior la inquietud psicológica y el descontento y, de esta manera, preparar una base para derrocar el régimen y derrumbar el Poder.
Esto es la esencia de la política de EE.UU. contra la RPDC en el dominio de DDHH.
Con su política exterior de carácter hegemónico y de ingerencia, EE.UU. escandaliza el mundo y produjo la crisis humanitaria en el Medio Oriente y otros rincones del mundo, por lo cual este país es el peor violador de DDHH del mundo que debe ser condenado por la sociedad internacional.
La realidad de hoy en que los derechos humanos no se pueden proteger si se viola el poder estatal, demuestra que los derechos estatales son directamente los DDHH y son inseparables la defensa de la soberanía y el aseguramiento de los derechos humanos.
La máxima intimidación a los derechos humanos de la RPDC proviene precisamente de la política anticoreana de EE.UU. y eliminar las amenazas de toda índole impuestas por el país norteamericano y acabarse con su política hostil, son la única vía para defender y fomentar los verdaderos derechos humanos del pueblo coreano.
Los DDHH no se pueden utilizar en cualquier caso una herramienta de un Estado específico para materializar su política hegemónica.
La RPDC defenderá cabalmente los derechos independientes e intereses del pueblo coreano desde la violación de soberanía y de DDHH de EE.UU. y otras fuerzas hostiles y se inco