La ministra de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea, Choe Son Hui, publicó el día 28 una declaración que sigue:
La declaración conjunta, publicada el día 26 por las autoridades de diplomacia de EE.UU., Japón y la República de Corea, es el documento más politizado que tergiversa gravemente las relaciones de amistad y cooperación entre la RPDC y la Federación Rusa y contraviene a los principios de la universal ley internacional sobre el establecimiento de vínculos entre los Estados soberanos.
Comenzó ya hace mucho tiempo la censura de EE.UU. y sus aliados sobre las relaciones Corea-Rusia.
Pero, si la vinculamos con la actual situación política internacional y la crisis exterior e interior que afrontan EE.UU., Japón y la República de Corea, se hace más evidente que ellos tienen intereses geopolíticos en dar ilegalidad a los vínculos Corea-Rusia.
Si EE.UU., Japón y la República de Corea no tuvieran la mala fe sobre la RPDC y Rusia, no habría ninguna razón de sentirse tan nerviosos e incómodos por el desarrollo de relaciones igualitarias y normales entre esas últimas.
Si ellos hubieran querido argumentar que el dominio específico de la cooperación entre la RPDC y Rusia constituye una amenaza para la paz y seguridad internacionales, habrían tenido que dejar en claro por qué su alianza militar trilateral no significa amenaza para la paz y seguridad de la región.
A diferencia de las relaciones entre EE.UU., Japón y la República de Corea que son las dependientes y desiguales que obedecen totalmente al establecimiento de la hegemonía de EE.UU., los lazos Corea-Rusia son los de amistad y cooperación para el beneficio mutuo que se basan en la igualdad independiente y el respeto a la soberanía.
En virtud del tratado sobre la amistad, buena vecindad y cooperación entre la RPDC y Rusia que es digno componente del derecho internacional, las relaciones bilaterales se fortalecen y se desarrollan a base de los reconocidos principios de la ley internacional como la soberanía nacional, el respeto mutuo, la no intervención en asuntos internos, la igualdad y el beneficio mutuo, he aquí el atributo esencial de los mismos vínculos.
Según los principios de la ley internacional sobre la amistad y cooperación entre los Estados soberanos que convienen a la Carta de la ONU, ningún Estado o grupo de los países tiene el derecho a intervenir en el problema que se trata de la soberanía nacional de los Estados o los asuntos externos e internos de otro país.
Por lo tanto, la censura y difamación infundadas sobre las relaciones RPDC-Rusia son precisamente la negativa y violación de la Carta de la ONU y la reconocida ley internacional.
Como países independientes, la RPDC y Rusia no determinan lo que deben hacer según el rumbo y el límite que fijen otros y, además, la preocupación infundada de EE.UU., Japón y la República de Corea sobre las relaciones RPDC-FR no es un asunto que debemos arreglarnos.
Los vínculos entre la RPDC y Rusia, orientados al fomento de bienestar de los pueblos de ambos países, no apuntan a un tercer país, pero si la paz y seguridad de la región caen en el peligro debido a las obstinadas acciones desestabilizadoras de EE.UU., Japón y la República de Corea, funcionarán como poderoso factor de estabilización estratégica para contrarrestarlas.
Digan lo que digan los otros, ampliaremos y desarrollaremos en sentido general los lazos bilaterales según el ideal de independencia, paz y amistad, con el fin de establecer el fundamento eterno de relaciones Corea-Rusia en la nueva época de carácter estable y aspirante al futuro, esto es nuestra voluntad y posición invariables.
Aprovechando esta ocasión, expreso mi seguridad de que las tradicionales y estratégicas relaciones de amistad, cooperación y buena vecindad entre ambos países acogerán la coyuntura de nuevo auge gracias al cumplimiento cabal de los acuerdos alcanzados en la histórica cumbre y conversaciones Corea-Rusia de septiembre pasado.