La gran unidad del Ejército y el pueblo, que constituye el fundamento de la sociedad que lleva larga historia y tradición y el remedio omnipotente de la Corea del Juche, marcó una hermosa epopeya en esta tierra y abrió un amplio camino de la prosperidad.
El año pasado, se levantó una granja invernadero en la zona de Ryonpho, parte oriental dela RPDC, en un solar extenso de más de 280 hectáreas. La granja, con 100 hectáreas de superficie y capacidad productiva anual de decenas de miles de toneladas de verduras, está constituida de más de 850 invernaderos hidropónicos y de suelo, modernizados, intensivos e industrializados, y viviendas para más de mil familias, escuela, casa cultural e instalaciones de servicio público integral.
En la capital Pyongyang, se levantó el reparto Songhwa como primera materialización del plan de construcción de viviendas para 10000 familias en cada año, según el proyecto de construcción de 50000 viviendas en Pyongyang, presentado en enero de 2021 en el VIII Congreso del PTC. Independientemente de tal construcción, se construyeron viviendas lujosas de pocos o múltiples pisos para 800 familias a la orilla pintoresca del río Pothong en armonía con su contorno.
Estas riquezas creadas aún en las pésimas dificultades en que a las virulentas maniobras de estrangulamiento de las fuerzas hostiles, se sumaron la inesperada crisis sanitaria por el Covid y las consecutivas calamidades naturales, no se lograron por la casualidad que dio el cielo o la ayuda del exterior sino por el esfuerzo de los constructores militares del EPC que compartieron la vida con los ciudadanos.
Los recientes y consecutivos milagros y éxitos son frutos de la gran unidad del Ejército y el pueblo en que los militares y civiles trabaron los lazos sanguíneos.
Un buen exponente de ello son: el Área de Recreo del Pueblo de Rungna, la Estación de Esquí Masikryong, el Club de Equitación de Mirim, el Complejo de Piscinas de Recreación de Munsu, el Palacio de Ciencias y Tecnología, la Zona de Recreo-Balneario de Yangdok, el albergue obrero de la Fábrica Textil Kim Jong Suk de Pyongyang, el Reparto de Científicos Mirae, el Reparto Ryomyong, etc.
En los últimos años, varias zonas del país sufrieron terribles daños por las grandes precipitaciones y consecutivos tifones. Fábricas, empresas y tierras cultivables fueron destruidas y muchas personas se quedaron sin viviendas. Para los pobladores de la zona damnificada que sufrirían por el inminente frío cortante, el Estado movilizó todas las fuerzas humanas y materiales y potencialidad técnica, incluyendo militares, para la construcción de viviendas. Como resultado, en las zonas damnificadas se levantaron nuevos barrios, aldeas y viviendas sin dejar huellas anteriores, y los damnificados bailaron por la alegría de mudarse a nuevas casas.
Además, cuando surgió el año pasado un caso de máxima emergencia estatal por penetrarse en el interior del país el virus maligno, los combatientes del sector sanitario del Ejército Popular que se encargaron del suministro de medicamentos en la capital, demostraron el mundo de amor y abnegación al pueblo en el proceso de controlar la crítica situación sanitaria.
Gracias al poderío de la gran unidad del Ejército y el pueblo que se profundiza y consolida cada día más, en abril pasado se efectuó la inauguración de primera etapa de viviendas para 10000 familias en la zona Hwasong de Pyongyang. Tal poderío se manifestó en la construcción de viviendas para 10000 familias de la segunda etapa en la zona Hwasong, el levantamiento de moradas en la zona Komdok, gran base productora de metales no ferrosos, y otros grandes campos de la construcción socialista.
Adelantar el futuro luminoso gracias a la gran unidad del Ejército y el pueblo, creada por el Presidente Kim Il Sung y el Dirigente Kim Jong Il y consolidada por el Secretario General Kim Jong Un, constituye un potente espíritu de la Corea socialista.