El comentarista de asuntos internacionales, Kim Myong Chol, hizo público un artículo intitulado “Sanción anticubana de EE.UU. es un crimen de violación de DDHH“.
El texto completo va como sigue:
EE.UU. se muestra más obstinado en la campaña hostil a Cuba.
Una vez frustrado el plan de derrocar a Cuba mediante la “revolución de color“, anunció sancionar a los órganos y figuras principales de la nación antillana bajo pretexto del “aplastamiento forzado” y “violación de DDHH“.
El mandatario estadounidense dijo groseramente que aplicará mucho más medidas de sanción si no se produce un “cambio importante” en el país caribeño.
Por otra parte, EE.UU. habla tanto de la “revisión de la política de remesas para ayudar a los cubanos” y el “ofrecimiento de servicios consulares“.
Este hecho parte de su malsano intento de generar el disturbio social al sembrar entre los cubanos el disgusto con el gobierno y la ilusión sobre EE.UU. y, al mismo tiempo, acabar con la economía y la vida poblacional al paralizar el funcionamiento del Estado.
La sanción de EE.UU. no es para respetar y defender los derechos humanos del pueblo cubano sino se orienta a exterminar la soberanía de la nación caribeña y sus derechos a la subsistencia y al desarrollo.
Lo demuestran los contenidos de las sanciones anticubanas impuestas durante más de 60 años.
Considerando la revolución cubana como una espina atravesada en su garganta, EE.UU. fabricó los aparatos jurídicos e institucionales que obstaculizan el desarrollo económico y deterioran la vida de la población cubana. De esta manera, le impuso a Cuba hasta la fecha enormes pérdidas económicas, valoradas en más de un billón de US$.
En particular, después del año 2017, aplicó en más de 240 ocasiones las medidas punitivas contra Cuba como la interrupción del suministro de combustibles y la imposición de sanción adicional a las entidades abastecedoras de artículos de primera necesidad.
El embargo de exportación e importación, que arrecia EE.UU. amenazando la base de economía y el sistema sanitario de Cuba sin tomar en consideración la crisis sanitaria mundial, deja conocer claramente lo engañoso de la retórica de “defensa de DDHH” que suelen usar las autoridades norteamericanas.
El bloqueo económico en detrimento de la soberanía e independencia de otros países deviene una flagrante violación de los reconocidos principios del derecho internacional como el respeto a la soberanía y la no intervención en asuntos internos, estipulados en la Carta de la ONU y otros documentos internacionales.
La resolución sobre el levantamiento de bloqueo anticubano de EE.UU. fue adoptada por abrumadora mayoría de votos a favor en la Asamblea General de la ONU en 29 ocasiones desde el año 1992 hasta el presente.
La sanción anticubana de EE.UU. es evidentemente un crimen de violación de derechos humanos.
Hay que poner fin cuanto antes a la criminal campaña de sanción y presión de EE.UU. contra Cuba.