La fundación de la Asociación para la Restauración de la Patria en Corea sirvió de un motivo histórico que dio origen a la gran unidad nacional.
En mayo del 25 de la era Juche (1936), se convocó en Donggang, distrito de Fusong en China, una reunión para fundar la ARP en presencia de los cuadros militares y políticos del Ejército Revolucionario Popular de Corea y los representantes de obreros, campesinos, maestros y chondoístas.
El foro dio a conocer el Programa de Diez Puntos, la Declaración Inaugural y los Estatutos de la ARP, todos escritos por el compañero Kim Il Sung.
El Programa de Diez Puntos de la ARP constituyó una declaración que exhortó a todo el pueblo a la resistencia para lograr la liberación del país mediante el reforzamiento del sujeto de la revolución y la movilización de toda la nación.
La Declaración Inaugural aclaró que se podía conseguir la independencia del país cuando todos los coreanos se movilizaran unidos como un solo en la lucha antijaponesa para la liberación nacional, contribuyéndo con su fuerza, quienes la tuvieran, con sus conocimientos, quienes los poseen, y con su dinero, quienes lo tuviera. El documento gozó del total apoyo y simpatía de los participantes en la cita.
Según la unánime propuesta de los reunidos, Kim Il Sung fue elegido Presidente de la ARP.
La ARP desplegó con dinamismo las actividades para ampliar sus organizaciones. Se le sumaron muchas personas con sentimiento antijaponés, independientemente de las diferencias de condición clasista y social, visión política y creencia religiosa. Especialmente, el Comité de la ARP en el distrito de Changbai tenía bajo su dirección más de 20 agrupaciones regionales y numerosas filiales.
La ARP dio ayuda activa al Ejército Revolucionario Popular de Corea, en tanto que organizó y dirigió las resistencias populares de distintas formas como huelgas, manifestaciones e insurrecciones contra la política colonial del imperio japonés.
Se extendía a un ritmo acelerado la red de la ARP hasta el extranjero, para no hablar del interior del país, y el número de sus miembros llegó a más de 200 000. La ARP, en sincronización con la ofensiva general del ERPC, desempeñó un papel importante en la histórica causa por la liberación del país (agosto de 1945).