Después de la liberación de Corea (el 15 de agosto de 1945) los compatriotas residentes en Japón emprendieron la educación nacional aun bajo las condiciones difíciles de vivir en el territorio foráneo.
A pesar de que esto era su inviolable derecho nacional, los reaccionarios japoneses proclamaron en enero de 1948 el “decreto del cierre de las escuelas coreanas” hablando de la “obligación de los coreanos a observar la ley de Japón” y la “detención de la educación comunista”.
Indignados por el injusto proceder de las autoridades japonesas, nuestros compatriotas organizaron el “comité de medidas para la educación de los coreanos” y desplegaron una enérgica lucha exigiendo al gobierno japonés que asegurara el derecho a la educación de los descendientes de coreanos residentes en su país. La lucha cobró más auge entrado en abril.
Los reaccionarios japoneses, atemorizados, movilizaron a muchos policías quienes arrestaron y encarcelaron a innumerables coreanos e hirieron a centenas en todas las localidades de Japón e, incluso, no vacilaron en matar a tiros a un alumno coreano de tierna edad. Pero no pudieron detener la lucha de los coreanos. Especialmente, decenas de miles de compatriotas residentes en la prefectura Hyogo acudieron a la sede de la prefectura el 24 de abril donde libraron una lucha tenaz gritando la consigna de “¡Defendamos las escuelas coreanas a costa de la vida!”.
Las autoridades japonesas se vieron obligadas a abolir el “decreto” arriba mencionado.
Esta lucha en que participaron más de 1,1 millón de compatriotas en total se registró como la de educación 24 de Abril en la historia del movimiento de los coreanos en Japón.
Durante más de 70 años desde cuando se inició la educación nacional, las autoridades niponas no dejaron de cesar la opresión a ella y hoy también la prosigue ora reduciendo y suspendiendo los subsidios a las escuelas coreanas ora excluyendo a los parvularios de las escuelas coreanas en su país del sistema de ayuda a la educación y crianza de los infantes.
El gobierno japonés, no satisfecho de suspender el pago del subsidio a las escuelas coreanas y excluir del objeto de ayuda a las escuelas superiores, exceptuó a los parvularios de las escuelas coreanas del sistema de ayuda a la educación y crianza de los infantes que entra en vigencia desde octubre de 2019, despreciando hasta la ley internacional incluyendo el acuerdo del derecho infantil, referente a asegurar los intereses primordiales y la ayuda financiera a los niños.
La Asociación General de Coreanos Residentes en Japón (AGCRJ) y los compatriotas organizaron sucesivamente los mítines y las manifestaciones en que condenaron las ignominiosas maniobras del gobierno japonés destinadas a exterminar la educación nacional y en la 11 Conferencia Central de las Madres de la AGCRJ exigieron el permiso de la aplicación de los sistemas de la ayuda a las escuelas superiores y la “educación y la crianza gratuitas de los infantes”.
Hasta los japoneses participaron en la campaña de recogida de firmas de un millón de personas para la defensa del derecho de los coreanos en Japón a la educación nacional y censuraron el injusto procedimiento de su gobierno diciendo que su medida de exclusión a los parvularios coreanos les causaba mucha vergüenza, pues todos los residentes en Japón pagan el impuesto del consumo.
Hoy en día los coreanos en Japón siguen bregando enérgicamente para defender el derecho a la educación nacional heredando el espíritu de la lucha de educación 24 de Abril.