Corea tiene una larga historia de la equitación.
Los antepasados coreanos sujetaron a los caballos con frenos de cobre y los decoraron con adornos.
La equitación se practicó ampliamente en el período de Coguryo (277 a.n.e.-668 d.n.e.).
Los cogurianos prefirieron cabalgar desde la infancia y definieron la equitación como una de las pautas para seleccionar talentos.
A principios del período de la fundación de Coryo (918-1392), el Estado definió como ley para seleccionar a los jóvenes valientes, fuertes y ágiles y enseñarles el arte de tirar el arco y la equitación. Y los guerreros distinguidos en estas técnicas se reunieron a menudo para entablar competencias.
También la dinastía feudal de Joson (1392-1910) heredó y desarrolló la equitación.
Esta costumbre tradicional continúa hasta la fecha.
Se despliega esta actividad en los campos y clubes de equitación sitos en distintos lugares del país y tiene lugar cada año la competencia nacional de aficionados a la equitación.