Aumentan cada día más la inquietud y la preocupación de la sociedad internacional por COVID-19 que se transmite a toda velocidad a escala mundial. En contraste con esta situación crítica en la RPDC tuvo lugar el 17 de marzo pasado la ceremonia de inicio de la construcción del Hospital Universal de Pyongyang.
La construcción de dicho hospital fue discutida y decidida en el V Pleno del VII Período del CC del Partido del Trabajo de Corea que tuvo lugar a fines del último mes del año pasado. De veras era una tarea muy difícil concluir la construcción del hospital de gran envergadura con motivo del 75 aniversario de la fundación del PTC (el 10 de octubre de 1945), aun en medio de la crítica situación interna y externa.
Construir en poco más de 200 días un moderno y excelente hospital y entregarlo como regalo al pueblo constituye la firme decisión y voluntad del PTC.
En la RPDC ya están dotadas las condiciones material-técnicas capaces para asegurar realmente al pueblo el derecho a la asistencia médica gratuita y el beneficio por ella. En dondequiera que estén los trabajadores hay bases del servicio médico incluyendo el hospital y la clínica y está establecido el sistema del servicio médico a distancia desde el centro hasta cada provincia, ciudad y distrito. Gracias al sistema médico por zonas que hace a los médicos encargarse de cierta de zona poblada, observar detalladamente el estado de salud de sus habitantes y tomar la medida de tratamiento todos los trabajadores viven siempre bajo la protección médica.
En los últimos años en la zona Munsu llamada villa de hospitales, se levantaron el Instituto del Tumor Mamario de la Casa de Maternidad de Pyongyang, el Hospital Odontológico de Ryugyong, el Hospital Pediátrico de Okryu, el Hospital Oftalmológico Universal de Ryugyong, dotados de modernos aparatos médicos y que cuentan con competentes colectivos médicos.
Pero el PTC considera esos éxitos como una arena de la extensa playa.
En el discurso pronunciado en la ceremonia arriba mencionada, el Máximo Dirigente Kim Jong Un indicó: “Para nuestro Partido cuyo atributo y sagrado ideal político es la primacía de las masas populares, proteger y fomentar la salud de la población constituye una tarea más apremiante y más honrosa que debe asumir y cumplir sin falta, sean favorables o desfavorables las condiciones”
Ese día él declaró, al dar la primera palada, el comienzo de la obra del hospital, y apretó personalmente el botón de detonador.
Presentar al pueblo modesto y común, a quien puede ver en cualquier lugar de esta tierra, como el más grandioso y precioso ente y servirle con total entrega y considerar como lo más complaciente ver a los habitantes llevar una vida culta, con una salud de hierro, recibiendo los más adelantados servicios médicos gracias al sistema sanitario socialista es, precisamente, la política de amor al pueblo del PTC.
El amor al pueblo se convirtió en una fuerza impulsora de la construcción de la obra, gracias a lo cual se aumenta otra preciosa riqueza capaz para proteger fidedignamente la salud y la seguridad del pueblo en el sitio apropiado de la capital.