El día 10, Kim Jong Un, Presidente del Partido del Trabajo de Corea y del Comité de Estado de la República Popular Democrática de Corea y Comandante Supremo de sus Fuerzas Armadas, volvió a examinar in situ el disparo de ensayo del lanzacohetes reactivo de tamaño supergrande.
Mientras medía el tiempo de su despliegue al combate, averiguó en concreto los índices de prueba. El lanzamiento se realizó en dos ocasiones.
Los disparos convinieron totalmente a sus previos objetivos y propiciaron confirmar el rumbo de la nueva etapa a seguir para el perfeccionamiento del sistema del arma de ese género.
Quedaron comprobados finalmente el aspecto de su uso en el combate, las peculiaridades de su trayectoria de vuelo, su grado de exactitud y la función de telemando de alta precisión, subrayó el Máximo Dirigente y dio una conclusión de que permanecía en suspenso solo el disparo en ráfaga que caracterizaba la potencia más marcada del armamento.
Evaluó altamente el ferviente patriotismo y la fidelidad al Partido de los cuadros directivos y los científicos y técnicos de la rama de defensa nacional, quienes lograban sucesivos éxitos milagrosos en el desarrollo del sistema del lanzacohetes reactivo supergrande de nuestro estilo y les dio un cordial reconocimiento.
Indicó las tareas inmediatas para llevar al máximo nivel la producción del lanzacohetes reactivo supergrande y otras armas tácticas teledirigidas, y alcanzar con más ímpetu las metas dirigidas a superar la tecnología de punta en el sector de las ciencias de defensa nacional.
Lo acompañaron el general de ejército de las fuerzas terrestres Pak Jong Chon, jefe del Estado Mayor General del EPC, Kim Yo Jong, Jo Yong Won, Ri Pyong Chol, Kim Jong Sik y otros cuadros del Comité Central del PTC, y Jang Chang Ha, Jon Il Ho, Jong Sung Il y otros cuadros directivos de la rama de las ciencias de defensa nacional.