Las autoridades japonesas están a punto de traer un desastre horrible a la nación coreana y a la humanidad.
Hace algún tiempo, Greenpeace reveló que el gobierno japonés planea liberar una gran cantidad de agua contaminada en el mar, ya que la capacidad del tanque de almacenamiento de agua radiactiva en la Planta de Energía Atómica de Fukushima alcanza su límite en 2020. En caso de que Japón descargue más de 1 100 000 toneladas de agua radiactiva en el mar, incluso las aguas alrededor de la isla de Jeju se contaminarán en unos meses y todo el Mar Oriental de Corea en un año, y posteriormente el Océano Pacífico en su conjunto será reducido a un “océano muerto”, causando graves daños a la humanidad.
Esto muestra claramente la brutal naturaleza peculiar de Japón que no duda en destruir el entorno ecológico global y obviar los problemas que cause a la humanidad por sus propios intereses. Muchos países operan centrales nucleares en el mundo. Pero solo Japón anuncia abiertamente la descarga de desechos nucleares, amenazando incluso la existencia de otros países y naciones.
Como la primera víctima de un desastre nuclear en el mundo, ha contado una y otra vez sobre el daño y las secuelas que sufrió, cada vez que le interesa. Pero, la divulgación del plan de Japón para descargar agua contaminada demuestra que las protestas del gobierno japonés por el desastre nuclear y sus efectos posteriores son poco menos que hipocresía, y que Japón está profundamente inmerso en una disposición similar a la de los gángsters para dañar a otros países y naciones e incluso a todo la humanidad por sus propios intereses.
La primera víctima que sufrirá un gran daño causado por la liberación de agua radiactiva de Japón no es otra que la península de Corea.Ahora, todos los coreanos están indignados contra Japón, un estado criminal de guerra que cometió crímenes atroces contra la nación coreana en el pasado y todavía está perpetrando nuevos crímenes no éticos, lejos de pedir disculpas y reparar los crímenes pasados.
Japón es, de hecho, un enemigo jurado durante siglos que siempre ha sido perjudicial para la nación coreana.
El Convenio de Basilea entró en vigencia en 1992 y modificó y complementó este año la prohibición de verter desechos nocivos fuera de la frontera para proteger el medio ambiente de la tierra.El plan de Japón para descargar agua contaminada es un desafío abierto a la convención internacional y un crimen que amenaza seriamente la existencia y la seguridad de la humanidad.
La nación coreana y la comunidad internacional nunca permitirán que Japón contamine con desechos nucleares el mar, un activo precioso común para la humanidad.