El jefe de la oficina de información exterior de la Dirección de Información del Ministerio de Relaciones Exteriores de la RPDC hizo pública el día 26 una declaración titulada «EE.UU. y la República de Corea no se liberarán jamás de la responsabilidad del empeoramiento de la situación regional causado por el recrudecimiento visible de la provocación militar«.
El documento es el que sigue:
EE.UU. y la República de Corea suman el elemento peligroso al inestable ambiente de seguridad de la Península Coreana y la región escenificando uno tras otro en los últimos días los preocupantes actos de provocación militar contra la RPDC.
Del 21 al 24, realizaron en la base aérea de Wonju los ejercicios aéreos conjuntos «Ssangmae«, bajo el vistoso rótulo de fortalecer la capacidad de colaboración en las operaciones aéreas.
Y del 14 al 16, las fuerzas hostiles desarrollaron el entrenamiento conjunto de fuego artillero para la «eliminación preliminar» del sistema de fuego de artillería de largo alcance de la RPDC. El día 22, el Departamento de Defensa norteamericano anunció la decisión de venta masiva de armas a su títere RC.
EE.UU. y la RC comenzaron el año nuevo con el entrenamiento aéreo conjunto EE.UU.-Japón-RC y orquestan diariamente diversos ejercicios bélicos anti-RPDC, lo que deviene un desafío severo al aseguramiento de paz y estabilidad de la Península Coreana y la región.
El MINREX de la RPDC observa atentamente las tentativas de provocación militar de EE.UU. y la RC que empeoran la tensión de la región de la Península Coreana y advierte que ellas causarán solamente una reacción reflexiva.
Se torna más vulnerable con el paso del tiempo el ambiente de seguridad de la Península Coreana y la región, lo cual se debe enteramente a EE.UU. que persigue la superioridad de fuerza mediante la expansión continua del sistema de alianza militar y la ejecución de diversos entrenamientos militares.
La realidad demuestra que la RPDC debe responder con una posición de superintransigencia a EE.UU. ya que éste niega la soberanía y los intereses de seguridad de la primera y que esto constituye una opción mejor para tratar a EE.UU.
La RPDC no admitirá el desequilibrio de fuerzas impuesto por la connivencia militar entre EE.UU. y la RC y tomará las medidas superintransigentes para defender los derechos soberanos y los intereses de seguridad del Estado y garantizar con más firmeza la paz y estabilidad regionales.
EE.UU. y la RC nunca se liberarán de la responsabilidad del empeoramiento de situación regional que se emane de su confabulación militar y el incremento visible de los actos provocativos.