Advertencia a EE.UU. por sus propiedades nucleares

El día 12, llegó al puerto de Pusan el 5º colectivo de golpe de portaaviones de EE.UU., inclusive el portaaviones Ronald Reagan.

Con anterioridad, EE.UU. realizó los días 9 y 10 en la zona marítima de la isla Jeju los “ejercicios de interceptación marítima y anti-piratería” contra la RPDC, al movilizar el portaaviones Ronald Reagan y los cruceros Antietam y Robert Smalls de EE.UU., el buque de guerra Hyuga de las “fuerzas navales de autodefensa” de Japón y el destructor Aegis y otros buques de las fuerzas marítimas de los títeres surcoreanos.

EE.UU. y los títeres surcoreanos anuncian la entrada al puerto de Pusan del portaaviones norteamericano Ronald Reagan como “fomento de visibilidad regular del disuasivo ampliado“.

EE.UU. ubica una tras otra sus propiedades estratégicas nucleares en la Península Coreana donde existe la permanente posibilidad de choque militar y reina el ambiente de estallido de guerra nuclear, hecho que deviene la abierta provocación militar que lleva la situación al estado catastrófico e irreparable.

Para colmo, EE.UU. y los lacayos surcoreanos pusieron en funcionamiento el “grupo consultivo nuclear“, considerado como un aparato de guerra nuclear, y aceleran en etapa práctica la conspiración por la contienda nuclear contra la RPDC.

En tal circunstancia, el anclaje en las aguas de la Península Coreana del colectivo de portaaviones nuclear, “capaz de realizar una guerra“, muestra que el intento de ataque nuclear anti-RPDC de EE.UU. y su ejecución entraron en una fase más grave en que se hacen sistemáticas y visibles y se acerca a la realidad el estallido de guerra nuclear.

La República Popular Democrática de Corea ya publicó claramente la opción de acción correspondiente y el rumbo de contramedidas frente a la locura militar de los gángsteres de EE.UU. y la “República de Corea” que sobrepasa el “nivel peligroso“.

El ya publicado principio de uso nuclear de la RPDC permite la tramitación de acción necesaria en el caso de que se haya cometido un ataque nuclear contra el Estado o se considere la aproximación de uso de las armas nucleares.

La RPDC ha aclarado en varias ocasiones que nuestras fuerzas armadas frenarán y frustrarán perfectamente las locuras de EE.UU. y sus lacayos que tratan de provocar la guerra nuclear en la Península Coreana, de manera que cumplirán con responsabilidad la misión importante de defender la soberanía, integridad territorial e intereses fundamentales del Estado y asegurar la paz y estabilidad de la Península Coreana y la región.

Será palmario el resultado en el caso de que se de una chispa, aunque sea pequeña, en la Península Coreana donde se enfrentan las inmensas fuerzas armadas y las armas nucleares.

EE.UU. deberá comprender que sus propiedades estratégicas han entrado en las aguas peligrosísimas.

Asestaremos el primer golpe más duro y rápido a los medios del “disuasivo ampliado” que EE.UU. utiliza para alucinar a sus acólitos, y asimismo, a las sedes principales de mal en la Península Coreana y su contorno.

Con la colocación de sus propiedades estratégicas nucleares en la región de títeres surcoreanos y otras acciones manifestantes, EE.UU. intenta tranquilizar a la banda traidora surcoreana, pero, debe darse clara cuenta que sus maniobras acrecentarán más la crisis de su seguridad