Campamento Secreto del monte Kanbaek

El Campamento Secreto del monte Kanbaek es uno de los enclaves en la zona del monte Paektu.

Fue construido en verano de 1938 (Juche 27), período de la guerra revolucionaria antijaponesa, en una vasta cuenca del bosque al pie de ese monte, situado entre los Paektu y Sobaek.

Desde la segunda mitad de la década de 1930 hasta la primera del decenio siguiente, cumplió, al igual que otros enclaves, una misión importante en cumplir la histórica causa de liberación de Corea fortaleciendo las fuerzas internas y guiando la revolución coreana en general, incluyendo la lucha armada antijaponesa.

Sirvió de base de formación de los miembros medulares de la insurgencia de todo el pueblo y de campo de concentración de las unidades del Ejército Revolucionario Popular de Corea por la batalla final contra el imperialismo japonés.

En su estancia ahí en varias ocasiones, el Presidente Kim Il Sung presentó las orientaciones estratégicas y tácticas para expandir al interior del país la lucha armada y adelantar la liberación del país y dirigió enérgicamente la lucha por cumplirlas.

En junio de 1941, aclaró en ese campamento los problemas relativos a mantener la posición independiente bajo la consigna “¡Debemos llevar a cabo con nuestras fuerzas la revolución coreana!” e impulsar los preparativos para acoger el gran acontecimiento: la liberación de la patria.

Se conservan en el lugar varias reliquias, entre otras, la relativa con la emisión por el Presidente del plan de la operación de ataque final por la liberación de la patria durante la conferencia de los cuadros militares y políticos del ERPC, convocada en junio de 1945.

Se despacharon a toda la extensión geográfica del país muchos miembros medulares formados ahí quienes dinamizaron las actividades militares y políticas para la sublevación de todo el pueblo.

Y las unidades del ERPC acantonadas en el campamento participaron en la operación de ataque final por la liberación.

Al recorrer en agosto de 1990 el Campamento Secreto del monte Kanbaek, el líder antecesor recordó el tiempo de lucha armada antijaponesa y confirmó las reliquias y objetos de interés histórico-revolucionario.