Sucedió durante el período de la Lucha Armada Antijaponesa cuando se efectuaba en Maanshan una reunión de consulta la bajo la dirección del General Kim Il Sung para decidir el destino de más de 100 combatientes que se consideraban implicados en “Minsaengdan” (organización contrarrevolucionaria de espías y lacayos, manipulada por el imperialismo japonés en la década de 1930).
En la ocasión estaba presente también la Heroína Antijaponesa Kim Jong Suk.
El General preguntó a los reunidos cómo pensaban sobre los presuntos implicados.
Cuando nadie se atrevía a contestar en seguida, Kim Jong Suk se puso de pie y afirmó: “Yo confío en ellos, General, porque combatieron audazmente contra los nipones, sufriendo la escasez de alimentos y ropas. Y aunque se encontraban en la situación de morir acusados de ser implicados en Minsaengdan, esperaban con ansiedad que Vd. regresara de la expedición a Manchuria del Norte.
Yo no sé del contenido de los documentos amontonados sobre esa mesa, pero sé perfectamente la decisión de ellos de consagrar hasta su vida para la revolución”
Gracias a su espíritu de sacrificio, más de 100 acusados de ser implicados en “Minsaengdan”, que estaban en la encrucijada de vida o muerte, mostraron sin reservas la valentía en los combates para derrotar al imperialismo japonés y liberar el país.