La Ley de Reforma Agraria proclamada en marzo de 1946 (juche 35), un año después de la liberación del país de la dominación militar de Japón, hizo realidad el anhelo secular del campesinado de labrar su propia tierra.
Los campesinos se esforzaron con tesón por aumentar la producción de cereales bajo la consigna ¡Saludemos la primavera inicial de la Corea liberada con una mayor producción y no abandonemos ni una pulgada de tierra!
En efecto, se aportó una cosecha abundante en el país.
Los agricultores convertidos en dueños de la tierra estaban muy satisfechos mirando los sacos de cereales amontonados en sus casas.
El campesino de Kim Je Won que vivía en Jaeryong fue el primero que donó 30 sacos de arroz al Estado.
Con este motivo se inició la campaña patriótica de entrega voluntaria de cereales al Estado a lo largo del país y se le incorporaron más de 18 700 campesinos hasta principios de enero de 1947.
El periódico “Rodong Sinmun” fechado el 5 de enero de 1947, publicó el siguiente comentario:
“El patriotismo manifestado por el campesino Kim Je Won en la llanura Namuri del distrito Jaeryong arde como una antorcha en los corazones de otros agricultores y el movimiento patriótico de entrega voluntaria de cereales al Estado se despliega enérgicamente a lo largo de toda Corea del Norte. En el cantón Sojong del distrito Pongsan que linda con Namuri con un río en el medio, se abrió desde las 7 de la tarde del día 27 una conferencia con la presencia de más de 300 campesinos activistas en la sala de reuniones del comité popular cantonal bajo el lema ‘Junto con la llanura Namuri existe la Thosong. Sigamos el ejemplo del señor Kim Je Won.’”
Arroz donado al país era una expresión del patriotismo de los campesinos y gran recurso para la construcción del Estado.
La noticia de que se destinaban las donaciones de los campesinos a construir los edificios de la universidad y la escuela para hijos de mártires revolucionarios incitó el fervor patriótico del pueblo.
Los campesinos de los distritos Jaeryong y Anak de la provincia Hwanghae enviaron gran cantidad de arroz y fondos de construcción, y los 20 agricultores que se movilizaron para roturar desiertos en el distrito Hamju de la provincia de Hamgyong del Sur convocaron una reunión en la que decidieron ofrendar 80 sacos de arroz destinados para la construcción de la universidad. Los de Osudae de la provincia de Hamgyong del Sur dedicaron 100 sacos de papas y un campesino del cantón Kwanin del distrito Ryonchon de la provincia de Kangwon donó 60 sacos de arroz.
Gracias a la devoción patriótica de Kim Je Won y otros trabajadores se levantó magníficamente en octubre del año siguiente los nuevos edificios de la Universidad Kim Il Sung y la Escuela Revolucionaria de Mangyongdae.