Centro de detención de Guantánamo, donde se perpetran constantes violaciones a los Derechos Humanos por parte de EEUU.
Recientemente, el Departamento de Estado norteamericano publicó un comunicado calumniando la situación de DDHH de la República Popular Democrática de Corea, con motivo de la llamada “Semana de libertad del Norte de Corea”.
Al respecto, el jefe de la oficina de estudios políticos del Instituto para Asuntos Norteamericanos del Ministerio de Relaciones Exteriores de la RPDC dio el día 11 a la ACNC la siguiente respuesta:
El comunicado aludido es un sofisma penetrado por los fraudes y embustes y persigue el malsano objetivo político de manchar la imagen prestigiosa de la RPDC.
Lo más grave del caso es que detrás de la cortina de la Declaración Conjunta RPDC-EE.UU. del 12 de Junio, en que ambas partes prometieron establecer nuevas relaciones bilaterales, el segundo conduce al frente la campaña de hostilidad a la primera instigando a las entidades intrigantes colmadas de veto a la RPDC.
El presente caso muestra que EE.UU. no desea de veras la mejora de las relaciones con la RPDC, sino acecha la oportunidad de derrocar el régimen socialista coreano.
Al mismo tiempo, evidencia que la política de la actual administración norteamericana sobre la RPDC repite la de hostilidad de sus predecesores.
El imperio americano se vale de todos los medios y métodos para arrodillar a la RPDC con la “máxima presión”, cuyo objetivo es aplastar su régimen, y a la vez, con el alboroto de “DDHH”.
EE.UU. debe darse cuenta de que su conducta absurda es una ilusión irrealizable y empuja al país socialista al camino no deseado por sí mismo.
Ya pasó la era en que EE.UU. actuaba como “juez de DDHH”.
EE.UU. debe arreglar primero las cosas de su casa antes de entrometerse en los asuntos ajenos.