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Las solemnes festividades en homenaje al 80º aniversario de la fundación del Partido del Trabajo de Corea han sido un gran festival que volvió a manifestar a todo el mundo la dignidad absoluta y poderío deL PTC y de la RPDCy desplegaron sin reservas la ferviente confianza y fidelidad de todo el pueblo al Partido.
El estimado camarada Kim Jong Un, Secretario General del PTC y Presidente de Asuntos Estatales de la República Popular Democrática de Corea, felicitó y estimuló el día 12 a los participantes y ayudadores que hicieron aporte a la celebración solemne del aniversario 80 de la fundación del PTC al realizar la parada militar, la función gimnástica y artística y el desfile multitudinario y velada con antorchas, que describieron con grandes escenas épicas las imborrables hazañas revolucionarias del Partido, y presenció junto con ellos la función gimnástica y artística «Viva el Partido del Trabajo de Corea«.
Cuando salió a la tribuna el Secretario General, todos los participantes le dieron vítores a este Dirigente del pueblo, máximo representante de nuestro gran Partido invencible y digno y de la RPDC, gloriosa patria socialista, expresando su emoción por haberse encontrado otra vez con el gran Padre, gran hombre sin igual.
El camarada Kim Jong Un extendió el cordial saludo de felicitación a todos los participantes que con la fidelidad y la única alma patriótica festejaron el aniversario 80 de la fundación de gran Partido.
Se ven en la tribuna los comandantes, funcionarios y creadores que hicieron méritos en la efectuación exitosa de las festividades.
Con anterioridad, el camarada Kim Jong Un agradeció a todos los participantes y ayudadores a las festividades diciendo como sigue:
«Respetados ciudadanos de Pyongyang,
Laudables jóvenes y niños escolares,
Nuestros fervientes artistas,
Nuestros animosos y valerosos oficiales y soldados de las unidades de desfile militar,
Compañeros;
Hemos celebrado solemne y perfectamente el aniversario 80 de la fundación del Partido en medio de una pasión extraordinariamente redoblada de todo el pueblo del país y bajo la atención profunda del mundo.
Todos los reunidos aquí en este lugar, participantes en los grandes actos políticos y culturales del Estado efectuados con motivo del 80º aniversario de la fundación del Partido, se tomaron el trabajo de celebrarlos exitosamente e hicieron gran aporte a manifestar el prestigio del Partido y el Estado.
En cada uno de los actos que se efectuaron por varios días he podido percibir la sinceridad y esfuerzos de los participantes dedicados al Partido y el Estado.
Nuestra fiesta que acabamos de conmemorar ha sido en verdad un gran festival político y cultural.
De ellos, la gran función gimnástica y artística, la parada militar de nuestras fuerzas armadas y el desfile multitudinario y la velada con antorcha de los jóvenes y estudiantes, han sido el clímax.
Todas las ceremonias, sin excepción alguna, exigían un firme espíritu de organización, alto sentido de disciplina y el nivel artístico-cultural más elevado que en el pasado.
Pese a mal tiempo continuo, todos han cumplido a la perfección su cometido.
Todos los actos, tanto en el aspecto general como en los pormenores, demostraron sin reservas la civilización y el poderío de nuestro Estado.
De veras, gracias a la voluntad unánime y esfuerzos sinceros de todos los participantes, nuestra fiesta se ha celebrado solemnemente poniendo de pleno manifiesto la fuerza de cohesión, potencialidad y poderío de nuestro Estado.
El unánime espíritu de servicio al Estado de todos ustedes me ha calentado el cuerpo y alma a pesar del frío debido a lluvias y vientos otoñales.
Tal sentimiento lo he percibido en carne propia durante todo el periodo de la festividad.
Esta no es una palabra decorativa.
Para expresar mi sinceridad a tales almas preciosas, para transmitirla a todos los participantes en los actos, hice preparar esta oportunidad de hoy.
Para mí, todos ustedes son incomparablemente agradecidos y preciosos.
En representación del Comité Central del Partido y el Gobierno de la República Popular Democrática de Corea, les extiendo una vez más mi sincero agradecimiento por la contribución a una celebración espléndida del aniversario 80 de la fundación del Partido.
Les deseo buena salud y felicidad y les envío a sus familias el amor y afecto.
Compañeros;
Propongo que expresemos juntos, en coro de vivas, nuestro cariño y respeto infinitos a la querida patria.
¡Viva la República Popular Democrática de Corea, nuestra querida patria madre!»
Al instante, los vítores estremecieron el cielo.
Todos los reunidos rindieron agradecimiento y sublime homenaje al camarada Kim Jong Un quien con el amor y confianza dirigió sabiamente a los participantes y ayudadores para que manifestaran a todo el mundo la gran historia de nuestro Partido y la justeza de su causa mediante las específicas actividades políticas y dispensa ahora a éstos gran benevolencia honrándolos por todos los éxitos.
Se inició la función gimnástica y artística.
Todos los ejecutantes describieron en sus bailes la gloria y felicidad de ofrecer otra vez la función bajo la presencia del estimado camarada Kim Jong Un.
Los ejecutantes mostraron la historia inmortal de nuestro Partido que desde el primer día de su fundación hizo servicio absoluto al pueblo y describieron la realidad conmovedora de la gran época de Kim Jong Un en que se realizan todos los ideales del pueblo y el sueño de la prosperidad integral del Estado en el transcurso de nueva era dorada del fortalecimiento de todo el Partido.
Sonaron altamente canciones de elogio de que gracias al camarada Kim Jong Un, dignidad, destino y futuro de la Corea del Juche, pueden disfrutar de la tranquilidad y felicidad de hoy y el futuro maravilloso y la prosperidad de las generaciones vendieras.
La función concluyó con la canción «Nuestra bandera nacional» que hace redoblar el fervor revolucionario y patriótico, luego de demostrar la aspiración y voluntad fuertes de marchar con pasos firmes hacia la victoria de la causa socialista bajo la dirección del Comité Central del Partido enarbolando su bandera roja del Juche, sin vacilación alguna ante las vicisitudes de toda índole.
Terminada la función, se volvieron a estallar las aclamaciones fervientes y se dispararon las salvas artificiales en el cielo de octubre.
Evaluando reiteradamente que todas las actividades de octubre hayan manifestado el poderío de la unidad monolítica, que es la fuerza absoluta de la RPDC, el camarada Kim Jong Un envió otra vez un saludo estimulante a los ejecutantes y espectadores.
Todos los participantes tomaron el juramento férreo de hacer contribución a la prosperidad de la patria, al dar continuidad a los sinceros esfuerzos patrióticos y el temple revolucionario de creación, mostrados en los recientes actos conmemorativos, sin olvidar el gran amor y confianza que les concedió el estimado camarada Kim Jong Un.
