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Han pasado ya 14 años desde cuando falleció el gran Dirigente, camarada Kim Jong Il.
En vísperas del día de deceso del Dirigente, el pueblo coreano recuerda con gran emoción las indelebles proezas de este gran hombre quien continuó la marcha penosa para la prosperidad de la patria y la felicidad del pueblo durante todo el tiempo de su guía sobre la revolución mediante el Songun.
Diciendo que la meta y placer de su vida es trabajar con todo empeño por la construcción de la patria próspera y la felicidad del pueblo, el Dirigente solía encontrarse entre el pueblo y los uniformados para darles la fuerza, inteligencia y amor.
En su camino de abnegación por el pueblo nacieron las anécdotas y los vocablos de la época como «marcha forzada bajo la nevasca«, «marcha forzada en tiempo canicular«, etc.
En marzo de 1996, tomó personalmente el volante del auto y recorrió más de 1000 ries (10 ries equivalen a casi 4 kilómetros) para inspeccionar a la unidad militar y un día de abril de 2010 entró en un túnel de agua del campo de construcción de la planta hidroeléctrica donde trabajaban los uniformados.
Con el vestido de campaña, el Dirigente realizó en enero de 1998 la visita de orientación de más de 6000 a la provincia de Jagang y en 2008, la marcha forzada de más de 10000 ries durante más de 20 días del tiempo canicular.
En diciembre de 2011, último mes de su gran vida, el Dirigente llevó una vida de campaña y falleció en el tren.
Llega a más de 883.940 ries la distancia recorrida por el Dirigente desde el día primero de enero de 1995 hasta el último momento de su vida.
