La ministra de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea, Choe Son Hui, publicó el día 13 una declaración titulada «El Grupo de los 7 (G7) no tiene el derecho a oponerse a la opción soberana de la RPDC» :
Recientemente, los cancilleres del G7 publicaron en Canadá una declaración conjunta que habla de la «desnuclearización completa» de alguien despreciando y violando la Constitución de la RPDC.
Expreso un fuerte descontento y lastima con respecto al abierto acto hostil de los cancilleres de G7 que deviene una violación directa a la Constitución de nuestro Estado y lo condeno categóricamente con los términos retóricos más fuertes.
Todavía, el G7 vocifera por costumbre la «desnuclearización» considerada como un concepto irrealizable por todo el mundo, lo cual se lleva a sí mismo al borde de la sociedad internacional y testimonia que él mismo es un grupo de interés minoritario despreciado y aislado en un rincón de las relaciones internacionales.
La posición actual de la RPDC no se cambia según la insistencia retórica del exterior y la posesión de armas nucleares deviene una opción más correcta para detener a los Estados más peligrosos y hostiles bajo el ambiente geopolítico tan severo de hoy día.
Nadie tiene el derecho a imponernos la violación de sus códigos ni intentar la reforma constitucional.
La vía para asegurar la paz y estabilidad de la Península Coreana y la región de Asia y el Pacífico está en respetar la Constitución de la RPDC en vez de insistir en la irrealista «desnuclearización«.
Como había aclarado el camarada Kim Jong Un, si bien EE.UU. y sus países aliados vociferan la «desnuclearización» en 10 ó 20 e incluso 50 ó 100 años, la posesión de armas nucleares de la RPDC se quedará en la realidad, independientemente de que les guste o no a ellos.
La sociedad internacional necesita prestar atención al hecho evidente de que la amenaza nuclear real sobre la paz y seguridad mundiales proviene del G7, colectivo de alianza nuclear enlazada y confabulada con armas nucleares con el mayor poseedor de armas nucleares del mundo a la cabeza.
No persuadirá a nadie la conducta evasiva de la realidad y de doble rasero del G7 que insiste en la «desnuclearización» de alguien que ya perdió su significado y pretexto haciendo vista gorda al imprudente chantaje retórico nuclear y el intento de proliferación nuclear que se observan abiertamente en su interior.
El G7 no tiene derecho a ordenar a los Estados independientes y soberanos el método de defender su seguridad ni está en la posición de deliberar la opción soberana de la RPDC.
Es inconmovible la voluntad de la RPDC de garantizar el presente y futuro del Estado y el pueblo y alcanzar la justicia internacional al quedarse fiel hasta el final a la Constitución que eternizó la posesión de armas nucleares, mientras que no se ponga fin a las amenazas nucleares exteriores y existan las fuerzas que persiguen una hegemonía absoluta tomando armas nucleares como medio de despotismo.
