Discurso por el 9 de septiembre

El estimado camarada Kim Jong Un pronunció un discurso en ocasión del 77º aniversario de la fundación de la República Popular Democrática de Corea.

La misiva va como sigue:

Amado pueblo del país entero y oficiales y soldados de todas las fuerzas armadas de la República,

Queridos compañeros,

Entrañables amigos:

En estos momentos celebramos significativamente el 77º aniversario de la fundación de la madre patria evocando con emoción la orgullosa trayectoria en que conquistamos cada una de las valiosas victorias desbrozando con la sangre que hierve de patriotismo un camino desconocido por la historia.

Ante todo, quisiera felicitar calurosamente, en ocasión de la efeméride, a los trabajadores y familias de todo el país y a los oficiales y soldados del Ejército Popular quienes engrandecen la dignidad y el honor de la República compartiendo el mismo destino que la madre patria y mediante la ingeniosa creación y los esfuerzos constantes.

De igual forma, rindo mi profundo tributo a los héroes y mártires patrióticos que perduran en la memoria de la patria por sus dignas hazañas para el presente y el futuro de Corea y extiendo mis efusivos saludos militantes a los generales, oficiales y soldados de nuestro ejército movilizados en la operación militar en el exterior quienes pasarían estos instantes en tierras extranjeras guardando en el pecho la gloriosa bandera nacional.

También congratulo cordialmente a los compatriotas en ultramar y sus organizaciones que festejarán esta fecha en tierras ajenas con el deseo de contribuir con su patriotismo al fortalecimiento y prosperidad de la patria.

Acabamos de izar con solemnidad nuestro sagrado pabellón por el Día Nacional y jurar lealtad a la patria.

Inenarrables sentimientos nos embargan en estos momentos en que contemplamos la gloriosa bandera nacional. ¿Por qué será?

Porque son muy sagrados y emocionantes el orgullo y el honor que sentimos por el hecho de que hayamos luchado sin doblegar y obtenido victorias en estos más de 70 años arduos superando un sinnúmero de dificultades y pruebas generación tras generación.

Hoy, desde una posición elevadísima alcanzada por nuestro Estado, hacemos con gran orgullo el balance de la causa de la construcción de la potencia, que comenzó hace 77 años con la proclamación de la fundación de la nueva Corea.

Ahora nadie ni nada se atreve a atentar contra la posición y seguridad absolutas de nuestro Estado y ninguna fuerza es capaz de detener el impetuoso cauce de la era de florecimiento, producto de nuestras propias manos.

El prestigio y la fortaleza de nuestro Estado, que nos dan la seguridad de afrontar todas las injusticias y desafíos y nos proyectan el ideal con que sueña el pueblo, infunden el gran orgullo y el fervoroso amor a todos los que componemos este país.

Una gran verdad se cincela en nuestras almas en estos instantes en que en la historia emerge imponente el perpetuo significado de la gloriosa y digna lucha que ha hecho realidad nuestro grandioso propósito de ir con la verdad en bloque, como ejemplo de la humanidad.

Es que el socialismo que escogimos ha sido el único camino más recto.

Con la fuerza de la justicia y verdad que representa el socialismo, hemos podido labrar un sólido sistema político y gran poderío estatal, sin dejar el destino de la patria a merced de lo que elija ninguna fuerza externa, y hoy nos nimba de una gloria inmensa.

La confianza de todos en el socialismo a nuestro estilo y nuestros ingentes esfuerzos por defenderlo y engrandecerlo infaliblemente nos incitan fuertemente al desarrollo estatal, abriendo un nuevo horizonte de su fortalecimiento y prosperidad.

El socialismo es el símbolo de nuestra grandiosa y hermosa Corea, el cimiento y el imparable motor de nuestra República para su eterna existencia y florecimiento.

En tanto nuestro socialismo obtiene victorias consecutivas, esta tierra será pacífica y próspera y el bienestar y la felicidad de nuestro pueblo se garantizarán por toda la eternidad.

Avancemos vigorosamente por el camino del socialismo, enarbolando más alto esta bandera, por la perpetua gloria de nuestra Corea, por nuestras futuras generaciones que vivirán con dignidad y dicha en un país que será poderoso, grande y próspero por los siglos de los siglos.

Forjemos un futuro más luminoso y feliz con el bregar infatigable y los esfuerzos tesoneros que tipificamos los integrantes de esta Corea poderosa.

Una vez más los felicito calurosamente por el aniversario de nuestra patria gloriosa, la República Popular Democrática de Corea, y formulo mis mejores votos de alegría y dicha para todos los hogares del país.

Gracias.