Tuvo lugar el día 23 la competencia de entrenamiento de las subunidades artilleras de las grandes unidades combinadas del Ejército Popular de Corea, cuando se desarrollan en todo el ejército los ejercicios intensivos por consolidar por todos los medios su combatividad.
La presenció el estimado camarada Kim Jong Un, Secretario General del PTC y Presidente de Asuntos Estatales de la RPDC.
Le acompañaron Pak Jong Chon, vicepresidente de la Comisión Militar Central y secretario del Comité Central del PTC, y el ministro de Defensa Nacional de la RPDC, No Kwang Chol.
El Secretario General fue acogido in situ por el jefe del Estado Mayor General del EPC, Ri Yong Gil, y otros mandos del EMG y los comandantes militares y políticos de las grandes unidades combinadas del EPC.
Llegado al terreno, escuchó el parte sobre los preparativos de la competencia y puso de realce la importancia de ese entrenamiento emprendido según el proyecto del EMG.
La lid se realizó a manera de determinar el ranking luego de inspeccionar la marcha nocturna y el despliegue para el combate de todas las subunidades participantes y su capacidad de asalto con fuego artillero contra los blancos enemigos aparecidos de repente en la circunstancia y condición de la zona costera en verano, adiestrarles los métodos de combate en la contienda artillera contemporánea y juzgar el resultado del cumplimiento de la misión de fuego.
Los comandantes de las grandes unidades combinadas asumieron el mando de fuego.
Una vez dada la orden de fuego, los artilleros versados en los cánones combativos acertaron con urgencia y en un tiempo restringido el blanco marítimo mostrando su capacidad con que puedan aniquilar de un tirón a los enemigos.
El Secretario General se mostró muy satisfecho del proceso de la competencia semejante al combate real y de sus resultados.
Aseveró que la presente competencia muestra de modo visual el cambio real y radical que se produce en la perfección de los preparativos de combate de nuestro Ejército después de la VII Conferencia de los Funcionarios de Entrenamiento del EPC, y valoró que esto se debe a la combinación de la excepcional disposición ideo-política de los militares con el sistema científico y organización de los entrenamientos.
La combatividad del arma cardinal de las FF.AA, puntualizó, debe ser tan perfecta e incomparable como pueda encabezar y llevar adelante la implementación de la orientación partidista de dar primacía al entrenamiento. E insistió en la necesidad de seguir mejorando vertiginosamente la táctica artillera y métodos de combate propios, de acuerdo con la circunstancia dura y severa de los campos de batalla contemporánea en brusco cambio.
Señaló que el coraje, capacidad y confianza en sí mismo para responder con iniciativa a cualquier guerra y crisis se cultivan en el crisol de la revolución de entrenamiento que se ponga por encima del precedente y el límite. Y acentuó que la formidable capacidad combativa universal con que pueda doblegar a cualesquier enemigos poderosos es precisamente el heroísmo y perseverancia genuinos del defensor y su mérito.
Haciendo hincapié una vez más en que el más seguro disuasivo de guerra consiste en la concepción del enemigo principal, expuso la esperanza y convicción de que todas las unidades del EPC consolidarán por todos los medios la combatividad del ejército estrictamente listo para hacer frente inmediato a la guerra en cualquier momento y salir siempre victorioso en ella, al establecer más firmemente el ambiente de dar prioridad a los ejercicios y dedicarse al entrenamiento semejante a la batalla real en correspondencia al fortalecimiento trascendental que se imprime en la artillería en general.
Felicitó a los integrantes de la compañía nº 2 del batallón nº3 del regimiento de artillería nº 16 de la división de la infantería nº 28 del cuarto cuerpo de ejército del EPC, quienes sacaron notas sobresalientes acertando todos los blancos, e invitó especialmente a la compañía a las festividades por el aniversario 72 de la victoria en la guerra.
Ante la gran confianza y amor del Secretario General, todos los artilleros redoblaron la decisión de quedar fieles a la misión y deberes como defensores que garantizan más firme y poderosamente la tranquilidad de la patria y el pueblo al guardar en lo profundo de corazón el inconmovible espíritu de defensa a la patria y la revolución.