El jefe de la oficina de política del Ministerio de Defensa Nacional de la República Popular Democrática de Corea hizo pública el día 24 una declaración iitulada «La garantía de seguridad del territorio estadounidense reside en renunciar totalmente la amenaza militar y el intento agresivo a otros países«.
El documento va como sigue:
En estos días, la capa militar de EE.UU. recurre con frenesí a rumorear la inexistente «amenaza» de la RPDC a su territorio propio, mientras intenta aumentar los armamentos en máxima envergadura sin precedente en la historia.
La Agencia de Inteligencia de Defensa, afiliada al Departamento de Defensa de Estados Unidos, publicó el día 13 el informe referido a la «amenaza de misiles» de la RPDC y otros principales países poseedores de las armas nucleares.
También en su otro informe sobre la «evaluación de la amenaza al mundo de 2025«, publicado el día 20, insistió en el mejoramiento de la capacidad de ataque de los países enemigos al territorio estadounidense y en la posibilidad de la cooperación militar entre ellos.
Además el presidente de la Junta de los Jefes de Estado Mayor, el comandante del ejército septentrional, el comandante de Indo-Pacífico y otros relacionados de la capa militar norteamericana no vacilan en soltar de vez en cuando los disparates provocativos que insinúan hasta la posibilidad de estallar la guerra contra la RPDC acusándola de sus medidas encaminadas a fortalecer las fuerzas armadas nucleares de carácter autodefensivo.
El habla y gesto del círculo militar estadounidense, que causan la preocupación por coincidir con que la actual administración norteamericana demandó el presupuesto militar de más de un billón de US$ y dio publicidad oficial el establecimiento de nuevo sistema antimisiles, constituyen la expresión del intento militar extremadamente hegemónico y aventurero tendente a preparar, bajo el pretexto de la «amenaza» de otros países, un ambiente y condición necesarios al aumento al máximo de los armamentos que no tiene la justeza ni la racionalidad.
Insatisfecha de haber declarado el establecimiento de nuevo sistema antimisiles de su territorio propio que causaría el desequilibrio de la estabilidad estratégica global, la administración norteamericana hizo público el plan de renovar en general los 3 medios de golpe estratégico nuclear durante 10 años venideros.
En seguida, expuso el primer producto de la bomba nuclear gravitatoria de nuevo tipo «B61-13«, da impulso enérgico al desarrollo y emplazamiento de los misiles cruceros, capaces de cargar las ojivas nucleares y lanzarse en el mar, y de «B61-12«, nueva variante de la serie de la bomba nuclear «B61» y así da más acicate a los movimientos para ampliar e innovar globalmente el arsenal nuclear.
En abril pasado, el comandante de las tropas norteamericanas ocupantes en la República de Corea dio a conocer la existencia del plan de guerra nuclear contra la RPDC.
Así se torna más abierta la arbitrariedad de EE.UU. que pretende reprimir a los Estados soberanos independientes con la supremacía militar basada en las armas nucleares.
Al tener en cuenta esta realidad, no cabe duda a quién tomarían como blanco principal las modernizadas fuerzas armadas nucleares de EE.UU.
Lo problemático es que la comandancia de ataque global de las fuerzas aéreas norteamericanas realizó por segunda vez en este año el lanzamiento de prueba de ICBM «Minuteman-3» y lo calificó cínicamente de una de las actividades rutinarias y periódicas destinadas a disuadir las «amenazas» del siglo XXI y consolar a sus países aliados.
Esto es una expresión intensiva del modo de pensar ilógico, según el cual, sus acciones militares demostrativas son para la «defensa» y «disuasión«, mientras devienen amenazas y provocaciones las medidas de la RPDC orientadas al fortalecimiento de su capacidad de autodefensa legítima.
Las maniobras por el fortalecimiento del poderío militar de EE.UU., que se perpetran en gran escala so pretexto de hacer frente a las «amenazas» de los países rivales, prenuncian el ambiente de seguridad que se pondrá más inestable en el futuro, siendo otra nueva señal de peligro en el punto de vista del aseguramiento de la paz y tranquilidad de la región Asia-Pacífico, inclusive la Península Coreana, y el resto del mundo.
La injusta amenaza y chantaje militares y las tentativas de aumento armamentista de EE.UU. son precisamente el factor que genera y cultiva de manera sostenible la «amenaza del exterior» contra su territorio principal.
La vía exacta para garantizar la seguridad norteamericana consiste en renunciar la amenaza militar y el intento agresivo contra otros países, en lugar de aumentar de modo imprudente las fuerzas militares.
Observamos agudamente el incremento de armamentos nucleares de EE.UU., que amenaza gravemente la paz y seguridad de la región y el resto del mundo y hacemos esfuerzos prácticos y sostenibles por disponer del disuasivo de guerra, capaz de responder activamente a cualquier inestabilidad de seguridad que causaría tal intento.
Las fuerzas armadas de la RPDC serán fieles en el futuro también en cumplir la misión constitucional de detener y controlar completamente todo tipo de amenazas militares provenientes de los países rivales y defender seguramente la paz y la estabilidad de la Península Coreana y la región