Inestabilidad regional por la oficina de la OTAN en Japón

Kim Ryo Won, comentarista del problema de seguridad internacional, publicó un artículo titulado «La instalación de la oficina de Japón ante la OTAN deviene conducta peligrosa que causa otro nuevo elemento inestable para la situación regional«.

Su texto completo es el siguiente:

Hace poco, Japón instaló oficialmente ante la OTAN una oficina independiente so pretexto de «intensificar la cooperación de seguridad con la OTAN» y «promover la solidaridad estratégica entre la región de Indo-Pacífico y la de Europa-Atlántico«.

Tal medida, que ha tomado Japón cuando el ambiente de seguridad de la región de Asia-Pacífico se ve amenazado más gravemente debido a las maniobras provocativas de EE.UU. por la hegemonía militar, constituye una conducta peligrosa que causa otro nuevo elemento inestable para la situación regional.

Sumándose a la estrategia de hegemonía mundial de EE.UU. que trata de ampliar la zona de influencia de la OTAN hacia la región de Asia-Pacífico, Japón agrava al máximo la tensión militar regional mediante el refuerzo de la confabulación militar con la OTAN.

Lo testimonian los hechos de que Japón vino asistiendo periódicamente desde el año 2022 a la cumbre y otras sesiones conspirativas que organiza la OTAN, y en particular, escenificó el año pasado junto con los países miembros de la OTAN acaudillada por EE.UU. los entrenamientos militares bilaterales y multilaterals con diversos rótulos en el archipiélago japonés y las aguas periféricas y en el Pacífico.

Japón legalizó la posesión de la capacidad de ataque preventivo y se muestra entusiasta en comprar en masa los medios de ataque de largo alcance inclusive el misil aire-aire y el otro crucero Tomahawk de fabricación norteamericana aumentando los gastos militares. Y esta vez se desespera en la preparación del campo de guerra introduciendo la OTAN en la región de Asia-Pacífico.

La realidad vuelve a evidenciar que Japón, país criminal de guerra, es una fuerza antipacifista que amenaza la región de Asia-Pacífico y el mundo con su ingreso a los bloques militares de carácter agresivo, sus tentativas abiertas de aumento armamentista e incesantes ejercicios de guerra.

Es una amenaza grave a la paz y seguridad internacionales el fortalecimiento de la connivencia entre Japón que asecha el momento de venganza negando totalmente su pasada historia criminal hasta llegar hoy desde su derrota de hace ahora 80 años, y la OTAN que con su imprudente política expansionista produce la guerra y choques armados por doquier del mundo.

Japón debe tener bien presente que cuanto más se desespere por acarrear el nubarrón de reagresión en la región de Asia-Pacífico en contubernio con la OTAN tanto más se afrontará con la reacción fuerte de los países vecinos y el aislamiento estratégico.