Kim Son Gyong, viceministro encargado de las organizaciones internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea, hizo pública el día 20 una declaración que sigue:
En relación con que la RPDC cortó de manera física y total las carreteras y vías férreas de los tramos que nos enlazan con la República de Corea, el secretario general de la ONU, Guterres, lanzó las palabras muy inoportunas apuntando la importancia de moderarnos y exigiéndonos la recuperación más rápida que sea posible de todas las vías de comprensión mutua.
Cumplió magníficamente el papel del vocero de EE.UU repitiendo como un papagayo los disparates rutinarios nunca correlacionados con el respecto, tales como “observancia de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU” y la “desnuclearización perfecta y verificable de la Península Corea“.
Me dan disgusto las palabras inoportunas lanzadas por este supremo oficial de la ONU que toma como su vida la objetividad e imparcialidad, a contrapelo de los principios de la Carta de la ONU sobre el respeto a la soberanía y no intervención en los asuntos internos, interponiendo en los asuntos internos de la RPDC, y las rechazo totalmente.
Desmantelar o construir las carreteras y las instalaciones ferroviarias en el territorio donde se ejerce la soberanía de la RPDC, es el asunto perteneciente a nuestros derechos soberanos y no es la cosa en que se mete el secretario general de la ONU.
Lo natural sería que el secretario general debía denunciar el atentado del círculo militar de la República de Corea contra la soberanía de la RPDC, al mandar hace unos días el dron, medio de ataque militar, hasta al firmamento de su capital.
Pero, al mantenerse callado ante la violación flagrante de nuestra soberanía por parte de la RC, cuestionó la medida tomada por nuestro ejército en su territorio jurisdiccional como parte de los derechos a autodefensa, lo cual es un imperdonable proceder parcial y dual.
Ante la actual situación de la Península Coreana que corre peligro de estallar el choque militar, el empleo verbal parcial del secretario general quien debe mantener la posición estrictamente neutral, es un acto igual que echar más leñas a la intención de EE.UU. y la RC de provocar la guerra contra la RPDC.
En el caso de que ocurra en la Península Coreana un incidente que nadie desea debido a la imprudencia militar de la RC, que se ampara de EE.UU., no se puede liberar nunca de la responsabilidad del caso el secretario general de la ONU quien fomentó a los belicistas a la guerra, haciéndoles coro y obedeciéndoles.