La subjefa de departamento del Comité Central del PTC, Kim Yo Jong, hizo pública el día 24 una declaración titulada “Objeto extraño aparecido en el Puerto de Pusan: Los activos estratégicos de EE.UU. no podrán buscar un lugar de descanso en la región de la Península Coreana“.
Su texto completo es el siguiente:
La agencia de reconocimiento aeroespacial, órgano independiente de inteligencia directamente subordinado al jefe de Estado de la RPDC, detectó a las 10h 3m 10s del día 23 un objeto extraño en un muelle del Puerto de Pusan de la República de Corea, que se encuentra bajo la observación constante, e informó los correspondientes datos de reconocimiento.
Es que apareció un submarino nuclear en el muelle donde permanecía amarrado el portaaviones nuclear norteamericano.
Esta embarcación ultramoderna no había hecho casi ninguna aparición pública desde su entrada en servicio en 2020.
Entonces su estreno en la base operacional de Pusan no puede verse como un “viaje de excursión“.
En estos días, EE.UU. da a la publicidad por turnos el “poderío” de sus propiedades estratégicas nucleares demostrando así su fuerza en todos los aspectos.
En ese contexto, no es difícil suponer el objetivo real del anclaje público del submarino nuclear que debe estar debajo de la “superficie del mar“.
En junio pasado, las tropas norteamericanas dispararon dos veces el ICBM Minuteman-3 y el 18 de este mes, publicaron de repente y por primera vez el vuelo de prueba del bombardero estratégico Stealth de próxima generación B-21 Raider.
La aparición pública hasta del submarino nuclear ultramoderno de las fuerzas navales norteamericanas en el Puerto de Pusan de la RC significa que EE.UU. sacó todas las cartas de sus llamados “tres activos estratégicos nucleares“.
Este hecho deja en claro el frenético intento estratégico militar de EE.UU. que está obsesionado por demostrar intencionalmente al mundo la “superioridad de su fuerza“.
Ahora, EE.UU. experimenta cada momento la inferioridad estratégica sin precedentes en la Península Coreana y Asia-Pacífico y tiene mucho miedo a la aparición del baluarte de defensa de la justicia y poderoso ente de independencia antiyanqui en esa región.
Por eso, lanza todos sus activos estratégicos nucleares a la Península Coreana y su contorno fabricando en la región los bloques militares de distintas dimensiones para doblegar con fuerzas armadas a la RPDC y otros Estados soberanos e independientes y mantener “maniatados” a sus satélites que se encuentran inquietados.
Hace poco, se abrió en el Estado de Delaware, EE.UU., la cumbre de QUAD y se adoptó la “Declaración de Wilmington” cuestionando la “amenaza nuclear” de alguien.
Y tuvo lugar el mismo día otra cumbre EE.UU.-Japón en que se acordó la cooperación tripartita entre EE.UU., Japón y la RC para “hacer frente a la creciente amenaza nuclear“.
Todo esto constituye un producto típico de la siniestra intención geopolítica de EE.UU. de asediar y aplastar a la RPDC y los países regionales en el terreno político y el militar.
La presencia del submarino confirma que llega al extremo la ambición de EE.UU. de agravar la amenaza contra su rival demostrando la fuerza con la movilización frecuente de los activos estratégicos nucleares y de “beneficiarse” sin falta de las prerrogativas hegemónicas haciendo uso de esa fuerza del mal.
No cambiará nada si bien EE.UU. demuestra la llamada “capacidad aplastante” sacando a flote hasta el submarino que tiene la misión de asestar el golpe nuclear final debajo del mar.
Ya que la seguridad de nuestro Estado está expuesta permanentemente a la amenaza y chantaje nucleares de EE.UU., es debido que siga creciendo sin límites en lo cuantitativo y cualitativo y de modo constante nuestro disuasivo de guerra nuclear para hacer frente y contrarrestar distintas amenazas que provienen del exterior.
Quizás la llegada del submarino nuclear sea un descanso para los marineros estadounidenses y un consuelo para los lacayos de EE.UU., pero no dará ningún pavor al ente superpotente con que se enfrenta.
Los activos estratégicos de EE.UU. no buscarían un lugar de reposo en la Península Coreana.
Seguiremos dando a conocer que no son sitios seguros todos los puertos y bases militares de la RC.
EE.UU. no es en ningún caso el “pronombre de seguridad“.