El Instituto para Asuntos Norteamericanos del Ministerio de Relaciones Exteriores de la RPDC publicó el día 18 un comunicado titulado “Es una demanda apremiante de la época consolidar por todos los medios el potencial de autodefensa para defender el ambiente de seguridad de la Península Coreana y la región“.
Su texto completo sigue:
EE.UU. y la República de Corea tratan de desarrollar desde el día 19 al 29 los ejercicios militares conjuntos de gran envergadura y carácter provocativo Ulji Freedom Shield.
Participarán hasta los países satélites de la “Comandancia de las Fuerzas de la ONU” en esa maniobra que según su programa, se realizarán en la tierra, el mar y el cielo 48 ejercicios móviles al aire libre, inclusive los de tiro de combate y desembarco.
Así Ulji Freedom Shield exhibe a todas luces su carácter peligroso como entrenamiento militar de mayor dimensión en Asia-Pacífico y demostración de fuerzas armadas multinacionales para el ataque que incorpora hasta a los países miembros de la OTAN.
El Instituto para Asuntos Norteamericanos del MINREX de la RPDC publica este comunicado con el fin de revelar la locura conflictiva de EE.UU. y la RC que agravan el antagonismo militar y contradicciones en la región al librar esos ejercicios militares agresivos, pese al fuerte rechazo de los nacionales y extranjeros.
¿Será acaso “defensivo” y “transparente” Ulji Freedom Shield?
Hace poco, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. dijo que son “transparentes” los ejercicios militares con la RC, describiéndolos como “rutinarios” y “defensivos“,
Esto no pasa de ser una palabrería para encubrir el carácter peligroso y grave, que entrañan los ejercicios militares, y eludir las críticas de la sociedad internacional.
Si se echa una vista retrospectiva a la historia mundial de guerras, se puede conocer bien que a la hora de preparar una guerra, los países agresores transitaron uno tras otro los procesos necesarios como elaborar la política sobre la guerra y el plan de operación militar para implementarla, ubicar las fuerzas armadas en la línea avanzada, realizar a menudo los simulacros y ejercicios de combate y desatar la guerra, etc.
En el “reporte de revisión del estado nuclear” publicado después de la toma de posesión, la actual administración norteamericana estipuló como su meta el “fin del régimen” de la RPDC haciendo más explícita su política de uso de armas nucleares contra ella.
Además, lleva a la práctica su política de enfrentamiento nuclear con la RPDC mediante la publicación de la “Declaración de Washington“, la instalación del nuevo “grupo consultivo nuclear” EE.UU.-RC, la fabricación de la “guía sobre el plan estratégico nuclear y su operación“, etc.
Por consiguiente, las entradas de los submarinos nucleares de EE.UU. en las periferias de la Península Coreana se aumentaron 7 veces en 2023 en comparación con 2022 y las de cazas y bombarderos crecieron 4 veces, aparte de la ubicación continua de los portaaviones nucleares.
Además, se introducen en gran medida en la RC los cazas Stealth F-35, los misiles interceptores buque-aire SM-6 y otros pertrechos sofisticados de EE.UU.
Se despliegan concentradamente los activos de ataque de EE.UU. en las zonas cercanas a la frontera sur de la RPDC, a saber, la formación de la llamada “aviación superpotente” con los cazas F-16 que se trasladaron de la base aérea de Kunsan a la de Osan que está de cerca de Seúl.
En tal contexto, los ejercicios móviles al aire libre, incluidos en Ulji Freedom Shield, se totalizaron en 38 en 2023 y ascendieron a 48 en 2024 y sus contenidos cobran el carácter más provocativo como entrenamientos de batallas especiales para la “ocupación de Pyongyang” y la “operación de descabezamiento“.
En particular, se conoció con más claridad el carácter provocativo de Ulji Freedom Shield como ensayo de guerra nuclear, al incluirse esta vez en su programa hasta el simulacro de conflicto nuclear con la RPDC.
El “carácter transparente”, de que habla tanto EE.UU., es también un embuste para engañar a la sociedad internacional.
La mayoría de los países, que asumieron la tarea de “observar” si los ejercicios militares EE.UU.-RC se realizan conforme a lo establecido en el Acuerdo de Armisticio de Corea, son miembros de la “Comandancia de las Fuerzas de la ONU” o de la OTAN, que se dejan llevar por la batuta de EE.UU.
Por lo tanto, está claro que no se puede encontrar en ellos ni un ápice de neutralidad o imparcialidad.
Todas las circunstancias confirman que Ulji Freedom Shield no es “defensivo” o “transparente“, sino el más ofensivo y provocativo del mundo.
¿Qué influencias ejercen sobre la paz y estabilidad del mundo los ejercicios militares conjuntos bajo el liderazgo de EE.UU.?
Es un método típico de EE.UU. perseguir su seguridad unilateral y absoluta a cambio de vulnerar la seguridad e intereses de otros países.
Lo comprueba claramente el hecho de que ese país desarrolla cada año por doquier del mundo más de 200 ejercicios militares conjuntos con los países satélites que adquieren el carácter cada vez más amenazante.
En el caso de Rimpac, iniciado en 1971 tomando como blanco a la ex URSS, no desapareció con el fin de la Guerra Fría URSS-EE.UU., sino se amplía como maniobra naval multinacional de mayor envergadura en el mundo bajo el pretexto de “derrotar” al nuevo “enemigo virtual“.
Desde finales de junio hasta el principio de agosto, se desarrolló en una dimensión más grande de su historia, con la participación de 40 buques, 3 submarinos, más de 150 aviones y 25 mil efectivos de 29 países.
Los especialistas en la seguridad internacional opinaron unánimemente que tanto en su forma como en su contenido, Rimpac tiene el objetivo evidente de asediar y detener a China.
Se efectúan frecuentemente los entrenamientos conjuntos liderados por EE.UU. en la región europea que sufre la peor crisis de seguridad en el mundo debido al incidente de Ucrania, hecho que causa la seria preocupación de la sociedad internacional.
Se realizó desde enero hasta mayo de este año en las zonas cercanas a la frontera de Rusia la maniobra militar conjunta dirigida por EE.UU., Steadfast Defender, en el máximo tamaño después del fin de la Guerra Fría con la movilización de más de 90 mil efectivos, más de 50 buques como portaaviones, más de 80 cazas y más de mil 100 carros de combate.
Este ejercicio, que tiene el objetivo de recuperar el fervor de ayuda a Ucrania, que desciende en los países europeos, y promover el aumento de gastos militares en los países miembros de la OTAN, muestra suficientemente el intento hostil de EE.UU. de refrenar por vía militar a Rusia y tomar la hegemonía militar en la región.
No se puede ocultar ni negar que tales entrenamientos sean el factor principal que agrava el antagonismo militar y causa la inestabilidad permanente en todo el orbe.
¿Cuál será la mejor manera de preservar la paz y estabilidad?
Hace poco, el secretario de Estado, el de Defensa y el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca publicaron en un medio de prensa un artículo a título común exponiendo su siniestro intento de tomar la hegemonía militar en la región de Asia-Pacífico incorporando no solo a los países seguidores regionales como Japón y la RC, sino también las fuerzas fuera de la región.
Esto muestra que los ejercicios militares conjuntos bajo el liderazgo de EE.UU. no tienen nada que ver con el “mantenimiento de seguridad regional“, en contra de lo que dicen este país y sus satélites, y son nada más que un medio político y militar para acoger a mucho más países a su coche de enfrentamiento en busca de su hegemonía.
De hecho, los miembros principales de la OTAN participan últimamente a título de la “Comandancia de las Fuerzas de la ONU” en los ejercicios militares conjuntos EE.UU.-RC y se profundizan cada día las relaciones de contubernio militar de Japón y la RC con la OTAN.
En los últimos años, EE.UU. incluye en el presupuesto de defensa nacional el “plan de detención en el Pacífico” consistente en aumentar drásticamente las fuerzas armadas en la región de Indo-Pacífico e incrementa cada año los desembolsos para su cumplimiento.
Este hecho prenuncia que se hará más abierta la intervención militar de EE.UU. y sus satélites en la Península Coreana y su contorno.
La situación creada exige a los Estados soberanos e independientes mantener permanentemente el equilibrio de fuerzas para la prevención de guerra, al preparar el disuasivo más poderoso capaz de garantizar en todos los aspectos la soberanía, seguridad e intereses de sí mismos en el incierto ambiente de seguridad del presente y del futuro.
Tanto más brutales se tornan las provocaciones militares colectivas de EE.UU. y sus satélites, tanto más poderoso será el disuasivo de justicia para neutralizar la amenaza proveniente de ellas y preservar la paz y estabilidad de la región y el resto del mundo.
Seguiremos realizando los esfuerzos importantes por preparar la poderosa capacidad de defender fidedignamente la soberanía, seguridad, intereses e integridad territorial de nuestro Estado y por cambiar a nuestra conveniencia el ambiente de seguridad de la Península Coreana y la región