Palabras en recuerdo pronunciadas en el acto del 8 de julio

Tuvo lugar con solemnidad el día 8 en la Plaza Kim Il Sung el acto central de recordación al Presidente Kim Il Sung por el 30º aniversario de su deceso.

Con el título “Serán eternas las sagradas hazañas revolucionarias del gran Líder camarada Kim Il Sung”  hubo un discurso a cargo del miembro del Buró Político y secretario del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, Ri Il Hwan.

Pasaron 30 años desde el deceso del gran Líder camarada Kim Il Sung que había acogido y enaltecido el pueblo coreano por primera vez en su historia de varios milenios, comenzó Ri y prosiguió:

Con el paso del tiempo que no se puede detener, ha crecido una nueva generación entera y cambiado el territorio patrio, pero, su sonrisa amplia y generosa está presente por doquier del país, agitado de creaciones, y el lazo sanguíneo entre él y el pueblo se mantiene en cada hogar, lleno de felicidad emanada de nueva vida, junto con las anécdotas de sus benevolencias.

En los 30 años pasados, imbuidos de añoranza y reverencia, el pueblo coreano llevó al plano cimero la dignidad y honor de la patria socialista del Juche, herencia patriótica del líder antecesor, enarbolando la bandera roja de la revolución que resume toda su vida.

Su vida fue la del gran revolucionario y hombre que con su inmenso amor y consagración por la patria y pueblo, creó el milagro nunca visto en la historia y la imagen que se conservará para siempre en el corazón de todas las generaciones venideras.

En la gran época de Kim Il Sung, el mundo pudo ver al líder destacado sin par quien cumplió la causa más gloriosa en medio de los vientos y mareas de la historia y en las complicadas y cruciales etapas de la revolución.

La más sobresaliente de sus hazañas revolucionarias hechas por la patria, la revolución, la historia y el pueblo es la ideo-teórica, o sea, la creación de la idea Juche con que dejó abierta la nueva época de desarrollo de la historia.

La creación del gran pensamiento ha sido la aurora de renacimiento nacional para el pueblo coreano y el arma teórica para las masas trabajadoras oprimidas del mundo en acabar con la historia de ideologías reaccionarias que habían servido para engañarlas y esclavizarlas.

Al concebir la idea directriz más popular, científica y revolucionaria, él preparó la bandera inmortal que orienta el futuro de la causa de independencia de las masas populares, la socialista, lo cual es su gesta más grande dejada a la época y la historia.

Su vida está coronada con la proeza de haber rescatado y consolidado la dignidad del país y el pueblo levantando en alto la bandera de independencia y autoconfianza.

Resultan un fruto valioso de su gesta patriótica los cambios maravillosos de hoy como la llegada de la era de dar primacía a nuestro Estado y la demostración plena del prestigio nacional de la RPDC.

La imagen generosa del camarada Kim Il Sung, quien vive siempre en nosotros, es la del líder popular quien sentó la piedra angular de la felicidad del pueblo y la prosperidad de todas las generaciones venideras, al dedicar toda su vida tomando como su lema el ideario Iminwichon (considerar al pueblo como el cielo).

Cada una de las riquezas, que el pueblo coreano aprecia tanto y defiende a riesgo de la vida, fue preparada a cambio de los incansables esfuerzos patrióticos de él quien estuvo en toda su vida en el camino por la felicidad de los habitantes encontrándose siempre entre ellos.

Él vive para siempre en el corazón del pueblo coreano y los demás del mundo por haber hecho indelebles aportes al movimiento comunista mundial y la causa de independencia de la humanidad bajo la bandera de independencia antiimperialista.

Quedaron fortalecidas las fuerzas independientes y antiimperialistas y elevadas la posición e influencias de la RPDC en la arena internacional, gracias al noble internacionalismo y enérgicas actividades exteriores del gran Líder quien estimuló con la solidaridad plena y apoyo sincero la lucha de otras naciones contra la agresión, la guerra, la dominación y la subyugación.

Consciente de su noble responsabilidad por el porvenir de la patria y la revolución, resolvió con mayor certeza y seguridad el problema de sucesión de la dirección, lo cual es la más relevante de sus proezas acumuladas en toda su vida ante la revolución y las futuras generaciones.

Gracias a la larga previsión y sabia dirección de él que previendo hasta el futuro lejano de la patria y el pueblo, dio solución perfecta al problema de continuación de la causa revolucionaria por primera vez en la historia, se preparó la garantía de llevar adelante generación tras generación la revolución coreana por su invariable ruta del Juche.

Su idea y causa se llevaron adelante manifestando su inagotable vitalidad y atractivo por los grandes sucesores más fieles al predecesor y avanzan hoy día a pasos más vigorosos.

En el curso de la lucha impetuosa por convertir la nueva época de la revolución del Juche en la de sucesión perfecta y de victorias y cambios del siglo, uniéndose firmemente en torno al estimado compañero Kim Jong Un, el pueblo coreano siente en carne propia cuán preciosas son las herencias revolucionarias dejadas por el gran Líder.

La garantía de la causa revolucionaria del Juche reside en apoyar con fidelidad al compañero Kim Jong Un quien con su perspicacia y liderazgo excepcionales, conduce a la victoria y gloria al Partido, el Estado y el pueblo.

Debemos producir cambios e innovaciones continuos en el fortalecimiento del poderío estatal y en todos los aspectos de la construcción socialista, tomando como eterna línea de vida el Kimilsungismo-Kimjongilismo y ateniéndonos al propósito e intención del compañero Kim Jong Un, para dar continuidad a la historia de la potencia de Kim Il Sung y hacer realidad su ideal de convertir el país en el poderoso y próspero.

Continuará siempre junto con la marcha impetuosa de la revolución del Juche la historia de eternidad del gran Líder quien preparó la gran idea y proezas que enseñan el invariable atributo de la revolución coreana y los principios de su victoria y sirven de fuerza motriz de creación de nueva historia.

Al final, el orador exhortó a todos, unidos con única alma patriótica en torno al Comité Central del invencible PTC, a luchar con dinamismo por la prosperidad eterna de la patria socialista, que brilla con el nombre del Presidente Kim Il Sung, y por la nueva vida más digna en que se hayan realizado los ideales y anhelos del pueblo