El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea hizo pública el día 27 una declaración titulada “No toleraremos ni en lo mínimo los actos hostiles contra la soberanía sagrada de nuestro Estado”.
Su texto íntegro va como sigue:
Fue violada gravemente la soberanía de nuestro Estado, marchando a contrapelo de la Carta de la ONU y otras leyes internacionales que consisten en la igualdad de la soberanía y la no intervención en los asuntos internos.
Ante tal situación imperdonable, el MINREX de la RPDC declara como sigue:
El día 27, en la cumbre tripartita República de Corea-Japón-China, auspiciada por el primer país, quedó publicada una “declaración conjunta” insistente en la preservación de la paz y estabilidad de la Península Coreana y la región y en la desnuclearización de la Península Coreana.
Esta terquedad de la RC, que acarrea en cada momento la grave crisis de seguridad a la Península Coreana y la región de Asia-Pacífico, recrudeciendo el fortalecimiento de la alianza militar de carácter agresivo con la fuerza hegemónica fuera de la región, es una burla y engaño a los países regionales y la sociedad internacional.
En relación con que se ha cometido en esa cita internacional una provocación política de negar la posición constitucional de la RPDC, la cancillería de esta la rechaza categóricamente calificándola de un desafío frontal a la soberanía de nuestro Estado y una injerencia flagrante en los asuntos internos.
Hoy día, discutir la desnuclearización de la Península Coreana no es un asunto relacionado con alguna obligación internacional o deber, sino constituye la provocación política y la violación de la soberanía destinadas a negar totalmente la Constitución de la RPDC, que refleja la soberanía sagrada de nuestro Estado y la voluntad unánime de todo el pueblo coreano.
El hecho de que la RC, país más hostil de la RPDC, intenta negar los derechos soberanos de la segunda e imponerle la infracción de constitución, significa el insulto nunca tolerable y la declaración de guerra.
Durante más de medio siglo, vino perdurando la amenaza de EE.UU. con las armas nucleares que instigó a la RPDC a poseer las mismas armas y el acto hostil y el chantaje militar de EE.UU. y la RC sirvieron de un factor decisivo que promovió el fortalecimiento incesante de las fuerzas armadas nucleares del país socialista, lo que es una verdad innegable y una historia.
En toda la extensión geográfica de Asia-Pacífico incluyendo la Península Coreana existen los diversos bloques militares encabezados por EE.UU., está en operación el “grupo de consulta nuclear” con el objetivo del uso de las armas nucleares contra la RPDC y se desarrollan incesantemente los ejercicios militares de carácter agresivo de EE.UU. y sus acólitos, que vulneran la paz y seguridad de la región.
Bajo tal medio peligroso de seguridad, la desnuclearización no traerá la paz ni estabilidad, sino la crisis nuclear.
La desnuclearización en la Península Coreana significa el espacio de la fuerza y la aceleración de guerra.
Si alguien intenta negar y privar la posición constitucional de nuestro Estado como país poseedor de las armas nucleares, predicándonos la desnuclearización, lo consideraremos como la más grave violación de soberanía que nos impone la renuncia de la Constitución y el régimen.
La “desnuclearización total de la Península Coreana” es imposible tanto en lo teórico y práctico como en lo físico.
La RPDC defenderá con firmeza la dignidad y soberanía del Estado y el pueblo y su Constitución desde todas las tentativas de las fuerzas hostiles contra nuestros derechos soberanos absolutos y hará esfuerzos importantes por establecer nueva estructura dinámica en la región, basada en la justicia e imparcialidad.